Las empresas más importantes de Gran Bretaña tienen dudas sobre el futuro tras el referéndum en el que se decidió que Reino Unido abandone la Unión Europea y han recortado sus planes de inversión, según una encuesta de Deloitte. El sondeo es uno de los primeros signos claros de que el referendo sobre la permanencia en la UE ha golpeado con dureza la confianza de los empresarios y corrobora la visión del Banco de Inglaterra de que la economía se debilitará pronto. Una autoridad del Banco de Inglaterra que esta semana votó a favor de recortar las tasas de interés dijo que está detectando las primeras señales de que Reino Unido necesitará mucho más que reducir los costes de endeudamiento para contrarrestar el impacto del Brexit en su economía. El sondeo de Deloitte se realizó entre el 28 de junio y el 11 de julio, tras el referendo y antes de que Theresa May se convirtiera en primera ministra. Casi todos los consultados en la encuesta dijeron que el nivel de incertidumbre de los negocios está por encima de lo normal. «La percepción de incertidumbre se ha elevado a niveles que no se veían desde la crisis de hace cinco años», dijo Ian Stewart, economista jefe de Deloitte. «El aumento de la incertidumbre tuvo un efecto tóxico en la confianza empresarial, y el optimismo cae al menor nivel desde que comenzamos a hacer el sondeo en 2007, más bajo incluso que tras la caída de Lehman a fines de 2008». Más de las dos terceras partes de los encuestados dijo que cree que abandonar la UE dañará el ambiente de negocios británico en el largo plazo. Un 58% cree que las inversiones en los próximos cinco años serán «algo» o «significativamente» más bajas. En tanto, un 73% reconoce que es menos optimista sobre las perspectivas financieros de su compañía, mientras que un 83% espera reducir el ritmo de contrataciones.
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