El año negro de los hedge funds

La evolución del Global Hedge Fund Index lo deja claro. La industria de hedge funds ha cerrado su peor primer semestre desde 2011.Según datos recopilados por Bloomberg, el gestor Bill Ackman ha sido uno de los grandes perdedores en el periodo, extendiendo las caídas tras un pésimo 2015. El valor de la cartera de su hedge fund Pershing Square había caído un 21% (hasta el 21 de junio). Del mismo modo, Lansdowne Partners, uno de los mayores hedge funds de Europa, ha perdido un 14%.

Las voces de alarma han sido muchas en los últimos tiempos. Pero entre las más recientes destaca la de Tony James, presidente de Blackstone, quien a finales de mayo alertaba de que la ‘edad de oro’ de la industria hacía tiempo que había llegado a su fin. "Habrá una contracción en la industria y será doloroso", sentenciaba el directivo.

Ante la pobre rentabilidad obtenida, muy por debajo incluso de la de los gestores de fondos tradicionales, numerosas han sido las voces que critican también las políticas de comisiones de estas estrategias, demasiado elevadas para los rendimientos ofrecidos. Por lo general, los hedge funds cobran unas tasas del 2% sobre el patrimonio gestionado, y del 20% de la rentabilidad que obtienen a lo largo del año. Warren Buffett calificó recientemente de injustificables estos sistemas de compensación. Al igual que Bill Gross, quien definía las comisiones y al propio sector como "una estafa gigante".

Durante su última conferencia anual, Buffett criticó con ironía que los inversores "supuestamente sofisticados" que contratan un asesor está siendo "desplumada" por los hedge funds y sus promotores, explicando que los costes de consultoría y los honorarios de los gestores, junto con las comisiones, se comen los retornos de los altos patrimonios y los fondos de pensiones que invierten en hedge funds.

A pesar del sombrío panorama, algunos gestores han logrado capear el temporal. Robert Gibbins, al frente del fondo Autonomy Capital, logró ganar un 13% hasta el 24 de junio.

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