El Banco de España se limita a responder a las dudas del FROB, principal accionista de Bankia tras su rescate, sobre las normas contables empleadas por el grupo durante años y que pusieron en dudas los informes de los dos peritos independientes sobre la adecuación de las cuentas cuando salió a Bolsa la entidad.
El supervisor aclara distintas cuestiones técnicas, que permitieron al FROB considerar que la caja madrileña no presentaba ningún déficit de capital y la normativa contable llevada durante los años de Rato fue correcta.
A finales de 2011, Bankia contaba con más de 2.000 millones de euros en provisiones, cantidad más que suficiente para cubrir los deterioros esperados, puesto que el Banco de España también aclara cómo deben estimarse las pérdidas previstas, según las normas de contabilidad, y los plazos para modificar el valor razonable de los activos.
El supervisor defiende que la circular contable permite contabilizar como créditos subestándar, o susceptibles de ser morosos sin que aún lo sean, las operaciones de clientes que forman parte de colectivos en dificultades. Esto es exactamente lo que Bankia hizo con buena parte de su cartera de préstamos a promotores, lo que permitió al grupo dotar provisiones menores, ya que los créditos aún estaban al corriente de pago, algo criticado posteriormente por los peritos cedidos por el propio Banco de España al juez Fernando Andreu.
El documento redactado por el Banco de España al instructor del ‘caso Bankia’, que la semana pasada urgió a que se le entregara a la mayor brevedad posible, está aprobado por la Comisión Ejecutiva del supervisor desde el pasado 3 de marzo de 2015. En aquella fecha, el director general de Supervisión, Mariano Herrera, y el director general de Regulación y Estabilidad Financiera, Julio Durán, daban su opinión al FROB sobre cuestiones reguladas en la circular 4/2004.
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