El Banco de Japón (BoJ) mantiene su política monetaria sin cambios. Así lo ha decidido la junta de política monetaria del organismo por 7 votos a 2, por lo que se mantendrá sin cambios la tasa de interés del -0,1% que aplica a parte de las reservas que las instituciones financieras mantienen en el banco.
Sin embargo, el BoJ ha advertido del debilitamiento de las expectativas inflacionarias, apuntando a factores desfavorables que podrían justificar nuevas medidas de estímulo en el futuro. El organismo también ha revisado a la baja su evaluación de las expectativas inflacionarias para decir que "recientemente se debilitaron", reconociendo que uno de los canales clave de su enorme programa de estímulo no estaba funcionando tan bien como esperaba.
Además, según informa Reuters, se ha decidido eximir unos 90.000 millones de dólares en fondos de corto plazo (o fondos de reserva de dinero) de la tasa de interés negativa en medio de las advertencias de la industria de valores, que alerta de que el dinero de inversiones podría ser impulsado hacia depósitos bancarios.
Como esperaba la mayoría del mercado, el banco central mantuvo su compromiso de aumentar la base monetaria a un ritmo anual de 80 billones de yenes (700.000 millones de dólares).
"La economía de Japón sigue recuperándose en una tendencia moderada", afirmó el BOJ. Al tiempo, el organismo ha advertido de que el crecimiento en las exportaciones se ha estacando a una desaceleración del crecimiento en las economías emergentes, algo que choca con las previsiones ofrecidas en enero, cuando afirmó que la economía seguiría recuperándose moderadamente gracias a las mayores exportaciones.
"El BOJ realiza un gran esfuerzo para reducir el impacto que las tasas negativas tienen sobre el sector financiero, porque los bancos han sido muy críticos con esta política (…) La rebaja de la evaluación económica es un preludio de una nueva flexibilización", declaraba Hiroaki Muto, economista de Tokai Tokyo Research Center.
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