El Banco Sabadell ha presentado este jueves sus resultados correspondientes al primer trimestre de 2018, en los que ha alcanzado un beneficio neto de 259,3 millones de euros, que supone un avance del 32,7% respecto al mismo período de 2017.
La entidad ha atribuido estos resultados al desempeño de su negocio bancario, en el que registró un margen de intereses de 911,5 millones de euros, un 2% interanual más, en tanto que el margen bruto se ha reducido un 5,8%, hasta 1.455 millones. Mientras, el margen antes de dotaciones también ha disminuido, en este caso más de un 20%, hasta los 615 millones.
Los activos totales del grupo ascienden a 219.009 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4,5%, y la inversión crediticia bruta viva aumenta un 1,5% hasta 137.246 millones. Los recursos de clientes en balance suben un 2,4%, situándose en 133.280 millones de euros, impulsados por el crecimiento de las cuentas a la vista, en tanto que los de fuera de balance repuntan un 10,8%, hasta los 46.364 millones.
Por otra parte, las comisiones han crecido un 6,5% interanual hasta los 314,4 millones y sus recursos de clientes avanzaron un 4,9%, especialmente en cuentas a la vista y fondos de inversión. Los saldos de cuentas a la vista suman 101.794 millones de euros, creciendo un 9,2% respecto a marzo de 2017 y un 3,9% comparándolos con el trimestre anterior. Los gastos de explotación del Sabadell se sitúan en el primer trimestre en 752,9 millones de euros, un 12,7% más, de los que 77 millones corresponden principalmente a conceptos no recurrentes relacionados con la migración tecnológica del británico TSB, que se materializó el pasado fin de semana.
Excluyendo los costes no recurrentes, los gastos de explotación aumentan un 1,5% en el trimestre, debido al aumento de los gastos del negocio de México y a la estacionalidad en los gastos de personal, según destaca en un comunicado el banco que preside Josep Oliu.
Las dotaciones para insolvencias y otros deterioros totalizan 244,8 millones de euros a cierre de marzo, casi un 62% menos que en 2017, mientras la ratio de morosidad sigue reduciéndose, situándose en el 5,14%, siete décimas menos que el año anterior.
En cuanto a la cobertura de activos problemáticos, ésta se sitúa en un 55,2%, con una cobertura de dudosos del 56,6% y de los activos adjudicados del 53,7%. El grupo remarca, en este sentido, que los activos problemáticos siguen reduciéndose a buen ritmo y disminuyen en 3.189 millones en los últimos 12 meses y 251 millones en el trimestre.
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