Según ha indicado la Fiscalía de la ciudad de Düsseldorf en un comunicado, el copiloto Andreas Lubitz estuvo en tratamiento psicoterapéutico hace varios años por tener "tendencias suicidas".
Además, la fiscalía también señala que "posteriormente hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ella se constataran tendencias suicidas o agresivas".
El comunicado emitido por la oficina de fiscales de Düsseldorf, donde vivía el copiloto, también ha señalado que, desde entonces, Andreas Lubitz no había presentado signos de conducta suicida o actitudes agresivas hacia otras personas, según recoge Reuters.
Estos datos se suman a los publicados durante este fin de semana por el diario francés Le Parisién y el alemán Bild. Según estos rotativos, Lubitz sufría un Transtorno de Ansiedad Generalizada (TAG) por el que estaba recibiendo tratamiento con inyecciones de Olanzapina (un antipsicótico). Además, el copiloto también estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer por la continuidad de su carrera.
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