España ha conseguido mantener un nivel de crecimiento mayor de lo que se esperaba en los últimos años, incluso durante 2017, cuando la mayoría de entidades no esperaban que se alcanzara el 3% del PIB. A pesar de ello, la economía ha mostrado fortaleza y avanzó un 3,1% en 2017, lo que ha provocado una ola de optimismo entre las distintas entidades que realizan previsiones económicas.
El entorno económico de España hace esperar que la producción seguirá creciendo por encima del 2% durante los próximos años, una cifra simbólica que conllevaría el mantenimiento de la generación de empleo. En un horizonte más cercano, tanto el Banco de España como la Cámara de Comercio prevén un crecimiento del 2,7% para 2018.
Se trata de un optimismo que el Consejo General de Economistas (CGE) comparte pero que rebaja ligeramente. Reconoce que el comienzo de 2018 es “muy esperanzador” y que “siguen sin notarse los efectos de Cataluña”. Para esta institución existen razones para creer que se producirá una “moderación en el turismo respecto al récord del año anterior”, en un entorno en el que las economías mundial y europea elevarán su ritmo por encima del 4,5% y el 2,1% respectivamente.
El Observatorio Financiero de esa entidad invita a mantener “una postura realista y prudente” y, como prueba de ello, sitúa la tasa de crecimiento del PIB español en el 2,5% para 2018 y en el 2,2% para 2019. Según indica la entidad “nos encontramos ante dos incertidumbres relevantes: la política proteccionista de EEUU y la aprobación de los Presupuestos”.
En cuanto a otros indicadores como la inflación y el paro, el CGE prevé que en 2018 el IPC se elevará un 1,6%, con un crecimiento que se extenderá hasta después del verano. Por otra parte, en 2019 el alza será del 1,8%. Por su parte, la tasa de paro se situaría a finales de 2019 en el 14%, mientras que en 2018 se encontraría en el 15%, lo que revela una revisión a la baja de la tasa de paro, que conforme a los últimos datos de enero, se mantuvo en el 16,3%.
De la inversión, señala que “se confirma el buen ritmo”. Esta variable se ve favorecida por los datos de consumo y de la inversión. La confianza de los españoles se refleja en un aporte de la demanda interna que puede sumar 2,4 puntos al crecimiento, mientras que el sector exterior se mantendría en 0,4 puntos, conforme a las previsiones del CGE.
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