El cubano Juan Abreu retrata a los fusilados por el régimen castrista

Bajo el título 1959, año de la llegada al poder de los castristas, el pintor y escritor Juan Abreu (La Habana, 1952) ha iniciado un proyecto pictórico que pretende retratar la totalidad de los fusilados por el régimen.

Tal y como explica el propio Abreu, que actualmente reside en Barcelona, "en el año de la llegada al poder de los hermanos Castro se fusilaron en Cuba alrededor de mil personas. A partir de 1959 y hasta 2003 se ha seguido fusilando. Se desconoce con exactitud la cantidad de fusilados, pero algunos historiadores calculan la cifra en alrededor de 6.000 personas. La mayoría de ellas, por motivos políticos".

El titánico proyecto en el que se ha embarcado el artista surgió de manera azarosa. En una entrevista en la publicación mexicana 14 y Medio Abreu cuenta la génesis de la iniciativa: "Estaba haciendo unos cuadros que tenían que ver con los fusilamientos en Cuba, porque me llamaba mucho la atención el personaje del hombre solitario que van a matar.

Cuando empecé a investigar sobre el tema, súbitamente, comenzaron a aparecer los rostros de toda esta gente. Me puse a mirar las caras y a leer, y de pronto me di cuenta de que tenía que pintar esto. No sólo como una especie de aventura pictórica, que lo es, por la cantidad de retratos y la complejidad del género, sino porque además, me pareció que tenía cierta responsabilidad moral". La de los fusilamientos en Cuba, continúa, "es una historia no contada.

No sólo no contada, sino que han tratado de ocultar, y que cuando han hablado de ella, la intención siempre ha sido desacreditar a los protagonistas, tildados de bandoleros o asesinos. Estas acusaciones carecen de cualquier tipo de evidencia histórica. Eran gente que se rebeló contra Fidel Castro lo mismo que se rebeló Fidel Castro contra Batista".

La pena de muerte, explica Abreu, no estaba contemplada en la Constitución del 40 que la Revolución pretendía restaurar en su origen: "Ellos [los castristas] la impusieron. Los juicios carecían de cualquier tipo de garantía. Eran juicios a lo soviético. No se perseguía hacer justicia sino dar un escarmiento y aterrorizar a la población".

Para recabar toda la información posible, se puso en contacto con algunas de las pocas personas que se han dedicado al tema, en Estados Unidos, como María Werlau, de la asociación Archivo Cuba, o Luís González Infante, un ex preso político que le envió su libro Rostros/Faces, donde recopila nombres y fotos de los muertos fusilados, en huelgas de hambre o en combate, durante el levantamiento de El Escambray, esos siete años que historiadores como Rafael Rojas consideran una guerra civil y que Fidel Castro llamó "lucha contra bandidos".

Por ahora, lleva pintados alrededor de cincuenta del total de 6.000 fusilados que se estima hubo en Cuba en ese casi medio siglo.

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