El doble programa electoral de Rajoy

Se vuelve a repetir el escenario electoral de 2011, en el que el nuevo Gobierno que salga de las urnas tendrá que asumir recortes sí o sí. La situación no es tan dramática como hace seis años, cuando la economía estaba al borde del rescate, pero la desviación del déficit del 5% en 2015 obliga al país a asumir recortes por encima de los 8.000 millones para cumplir con los objetivos presupuestarios de Bruselas.

Lo que sí se repite son los brindis al sol del candidato popular, Mariano Rajoy, con sus promesas electorales. Hace cinco años llegó a Moncloa con un programa electoral que fue incumplido en su totalidad en los primeros años de legislatura. Y ahora cuando la Comisión Europea exige nuevos recortes de obligado cumplimiento, también lanza propuestas que serán imposibles de cumplir. En plena precampaña, Rajoy ha anunciado una nueva bajada de impuestos si gana las elecciones, algo contradictoria con los planes reales que maneja el Partido Popular, gracias a la publicación de El País de una carta privada del presidente del Gobierno al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. La misiva, fechada en Madrid el pasado 5 de mayo, consta de cuatro páginas en las que el jefe del Ejecutivo en funciones desgrana lo que juzga como los éxitos de su gestión para adecuarse a las exigencias de Bruselas.

"Conscientes de la necesidad de salir del procedimiento del déficit excesivo cuanto antes, en la segunda mitad del año, una vez haya un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si se requieren, para cumplir con ese objetivo", escribe Rajoy apuntando al compromiso de asumir nuevos recortes.

El presidente en funciones indica que "el nuevo Gobierno que surja de las urnas tiene que mantener un compromiso claro con la reducción del déficit, así como con las reformas que permitan que España siga siendo, como lo es ahora, un elemento de estabilidad y crecimiento para la Zona Euro". 

La carta se produce en un contexto en el que España incumplió con el objetivo de déficit de 2015 y hay dificultad para cumplirlo en los próximos ejercicios y en el que la Comisión debatía si debía imponer una sanción de 2.000 millones por ello.

Rajoy justifica el incumplimiento por el entorno de inflación muy baja (e incluso negativa) para España y el proceso de ralentización del crecimiento mundial. Además, subraya las complicaciones añadidas de la sucesión de elecciones con  "los cambios políticos que llevaron a desvaríos presupuestarios en las administraciones regionales muy notables" dentro de un "contexto político complejo". 

Lo que no menciona el presidente en funciones es que parte de la desviación del déficit se debe a la última reforma fiscal que incluyó un recorte de impuestos. La decisión fue duramente criticada desde Bruselas y reprendida por el Comisario Económico, Pierre Moscovici. De hecho ha sido uno de los argumentos de varios países para presionar al Ejecutivo comunitario para iniciar el procedimiento sancionador.

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