Una de cal y otra de arena. Así podrían resumirse las recomendaciones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha hecho a España en su último informe. Si bien el alto organismo alaba los esfuerzos realizados durante los dos últimos años, también recuerda que todavía quedan muchos desequilibrios estructurales que pueden minar a corto plazo la capacidad de crecimiento del país. El documento desarrollado por la institución hace referencia a las “vulnerabilidades y debilidades estructurales” que todavía acechan a la economía española. La necesidad de un mayor ajuste fiscal para controlar los altos niveles de deuda, el paro estructural y la baja productividad del tejido empresarial compuesto mayoritariamente por PYMES son los principales focos de peligro de cara a los próximos ejercicios. Como principales fortalezas: el consumo interno, el saneamiento del sistema financiero, las exportaciones y el crecimiento de la inversión. El FMI destaca que todos estos puntos han sido clave en la recuperación del PIB, que cerró 2015 con un crecimiento del 3,2% y se prevé que terminé 2016 en la misma proporción. Las expectativas para 2017 son algo más prudentes, situando el incremento del producto interior en torno al 2,3%. El FMI define tres áreas principales a abordar de cara al próximo ejercicio: consolidación fiscal, reforma del mercado laboral y del tejido empresarial y fortalecimiento del sistema financiero. En primer lugar, el organismo advierte que España se ha vuelto a desviar de los objetivos de déficit planeados y por lo tanto debe tomar nuevas medidas concretas tanto en materia impositiva como en relación al control del gasto. La reducción de las exenciones del IVA, en línea con el resto de países europeos, el aumento de los impuestos especiales y la corrección de ineficiencias en el sistema son algunas de las medidas propuestas por la institución. En el otro extremo, respecto al control del gasto, el FMI sugiere al Gobierno español que preste especial atención a las partidas de Sanidad y Educación, las cuales pueden ganar en eficiencia. Tampoco se queda fuera el control del gasto autonómico, la institución alerta que el constante desvío en el déficit de las autonomías supone un riesgo de cara a cumplir los objetivos generales. Como posibles soluciones recomienda incrementar los incentivos para el cumplimiento de objetivos fiscales, proveer a las regiones de una mayor autonomía en la gestión de sus recursos y orientar el sistema de transferencias hacia una perspectiva más acorde con los resultados. Respecto al mercado laboral, el alto organismo señala el paro de larga duración y el juvenil como los principales retos a futuro. Además fija el foco en la alta tasa de contratos temporales y advierte de la volatilidad de este tipo de empleos y de sus efectos negativos en el capital humano y la productividad. El FMI aboga por aumentar la flexibilidad laboral en línea con la última reforma y por proveer a los trabajadores de un marco jurídico y administrativo más seguro. Otro de los puntos a analizar en el informe hace referencia a la baja productividad del sistema empresarial español en comparación a los países de su entorno. Esta diferencia viene explicada por la proliferación de PYMES, que llevan tradicionalmente asociada una menor capacidad competitiva. En este sentido, el organismo urge al Gobierno a mejorar su inversión en I+D y a mejorar las condiciones de acceso a la financiación con el objetivo de potenciar el crecimiento en este tipo de negocios. Por último, el FMI alaba el saneamiento de sistema financiero español pero advierte de que, al igual que en el resto de la banca europea, los problemas en torno a la baja rentabilidad y los exigentes requisitos legales persisten. En línea con numerosas instituciones internacionales: las ganancias en materia de eficiencia, a través de posibles fusiones o adquisiciones, y el fortalecimiento de la demanda de crédito interna y privada son las principales recomendaciones del organismo en este aspecto. Buenas noticias en material de empleo El informe del FMI ha coincidido con la publicación de los datos de Eurosat referentes a empleo para el tercer trimestre del año. El empleo en la UE y en la zona euro se ha incrementado un 0,2%, siendo España el segundo país por volumen en impulsar este crecimiento. El número de trabajadores españoles ha aumentado en un 0,8%, sólo después de Portugal (1,3%). En el otro extremo, Letonia, Estonia y Bulgaria lideran las caídas en materia laboral, con pérdidas del -1,5%, 1% y 0,7%, respectivamente. En comparación al mismo periodo de 2015, la tasa de empleo ha evolucionado un 1,2% en la eurozona y un 1,1% en el conjunto de la UE28.
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