El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus perspectivas de crecimiento para los dos próximos años debido al «fortalecimiento de la actividad durante el segundo semestre de 2016 y al estímulo fiscal previsto en Estados Unidos». El pronóstico ha tenido en cuenta el empinamiento de la curva de rendimientos estadounidense, el alza en el precio de las acciones y la apreciación del dólar experimentados desde el pasado 8 de noviembre, día de las elecciones presidenciales. Sin embargo, el organismo advierte de que «existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones» dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las futuras políticas del gobierno estadounidense y sus posibles efectos sobre la economía mundial. Las perspectivas de crecimiento global se han mantenido igual que en octubre, con un 3,4% para 2017 y un 3,6% para 2018. Las economías avanzadas han visto mejorados sus pronósticos en una y dos décimas, respectivamente, hasta alcanzar el 1,9% y el 2%. Este incremento está en línea con la mejora de las proyecciones de la economía estadounidense, cuyo avance se sitúa en el 2,3% y el 2,5%, medio punto porcentual superior a las anteriores a las elecciones. España ha mejorado en una y dos décimas sus pronósticos para 2017 (+2,3%) y 2018 (+2,1%), debido al buen comportamiento de la economía en los últimos meses de 2016. Japón y Alemania también han experimentado incrementos similares en sus proyecciones. Por su parte, el FMI espera que Reino Unido crezca un 1,5% en 2017, con una revisión al alza de cuatro décimas, pero frene su avance en 2018 hasta el 1,4%, con una revisión a la baja de tres décimas. El cambio en las proyecciones se debe a los posibles efectos derivados del «Brexit» en el medio plazo. La peor parte se la llevan las economías emergentes a excepción de China. Las previsiones para casi toda Latinoamérica han empeorado respecto al informe de octubre, con Brásil (0,2% en 2017 y 1,5% en 2018) y México (1,7% en 2017 y 2% en 2018) a la cabeza. La economía china mantendrá un ritmo del 6,5% durante este ejercicio (+0,3%) y del 6% el próximo. Entre los riesgos que podrían poner en peligro esta recuperación destacan el posible vuelco hacia políticas proteccionistas, el deterioro de las condiciones financieras, el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas y una desaceleración más grave de la prevista en China. El organismo internacional advierte también de la debilidad de aquellas economías con altos niveles de endeudamiento tanto en las regiones avanzadas como en las emergentes.
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