El futuro de la economía estadounidense

Las Actas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de abril revelan que la mayoría de miembros de la Fed está a favor de una subida de tipos de interés en junio si "los datos futuros son consistentes con un crecimiento económico repuntando en el segundo trimestre, las condiciones laborales continúan fortaleciéndose y la inflación hace progresos hacia el objetivo del Comité del 2%". En su valoración de la situación económica y las perspectivas, los miembros indican que las condiciones del mercado laboral mejoraron pese a que el crecimiento de la actividad económica parece haberse desacelerado. La inflación se ha mantenido por debajo del 2%, objetivo a largo plazo de la Comisión, en parte reflejando la disminución de los precios de la energía y la caída de los precios de las importaciones no energéticas. "En particular, se espera un sólido crecimiento del empleo y del ingreso real, junto con un alto nivel de riqueza de los hogares y de los consumidores", rezan las Actas de la última reunión.

Según el Departamento de Comercio el Producto Interior Bruto (PIB) del país avanzó a un ritmo anual del 1% en el cuarto trimestre del año pasado y el crecimiento acumulado en todo el año quedó en el 2,4 %, la misma cifra que en 2014. De hecho, la economía estadounidense no ha crecido por encima del 3% anual desde 2005, lo que arroja dudas sobre la solidez de la recuperación. Además, el PIB de la primera economía del mundo creció un 0,5% en tasa anualizada durante el primer trimestre del año. El crecimiento decepcionó al mercado que esperaba que lo hiciera al 0,7%. El país se ha visto afectado por la desaceleración global y la volatilidad de los mercados afectando a la inversión y al consumo.

El déficit comercial ha subido un 4,6% en 2015 por la caída de las exportaciones, hasta situarse en los 531.500 millones de dólares. Y el déficit presupuestario, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, crecerá este año 2016 por primera vez desde 2009, en concreto llegará a 544.000 millones de dólares, equivalente a un 2,9% del PIB.

En cuanto al empleo, el número de estadounidenses que solicitan el subsidio por desempleo está en un nivel no visto en cuatro décadas. La última cifra, 247.000, es la menor desde noviembre de 1973. Para el experto José Luis Martínez Campuzano, "la creación de 160.000 empleos en abril (200.000 previstos) y la revisión a la baja de 19.000 de las cifras publicadas en los dos últimos meses muestran claros indicios de una economía que modera su ritmo de crecimiento". El número de empleos agregados en abril se ubicó por debajo del promedio de 232.000 durante los pasados 12 meses y presentó una significativa reducción respecto de los 208.000 reportados en marzo y los 233.000 de febrero.

El mercado de la vivienda, según explicó Janet Yellen tras la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, en marzo, continúa su recuperación gradual, y la política fiscal en todos los niveles de gobierno está impulsando la actividad económica modestamente después de ejercer un lastre considerable en los últimos años. Desde la Reserva Federal, confirma Yellen, "seguimos esperando que mejore aún más el mercado de trabajo y un retorno de la inflación hasta conseguir nuestro objetivo del 2% en los próximos dos o tres años". 

Entre los riesgos globales que pueden dañar la economía estadounidense, Yellen hizo referencia a dos. Por un lado, el crecimiento de China, que se está ralentizando y genera cierta incertidumbre sobre la capacidad de las autoridades para gobernar la transición de una economía centrada en las exportaciones hacia otra con mayores fuentes de crecimiento internas; y la caída de las materias primas en general y la situación del petróleo en particular.

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