El High Yield europeo pierde la guerra con la RV

La rentabilidad de los bonos europeos y del High Yield en particular parece haberse visto congelado. Y no sólo eso, sino que los últimos números evidencian que ahora ya no tienen ni el atractivo de batir a la renta variable de Europa en término medio. Parece que las compras masivas por parte de los bancos centrales afectan a esta parcela y los retornos ya no son lo que eran. El paradigma ha cambiado, aunque el debate sigue encendido por parte de las firmas de análisis, las cuales, en muchos casos, siguen apostando por un tipo de producto que ya no le es atractivo a la mayoría de los inversores. Basta con ver la publicación de los últimos datos de Inverco, que evidenciaban que la mayoría de los reembolsos de los fondos de inversión procedían de la renta fija. Incluso de fondos cuya exposición se centraba en unas calificaciones crediticias más bajas. El análisis debe ir más allá de buscar como responsable mayúsculo y único a las políticas de los bancos centrales. La extrema liquidez y la compra masiva de bonos sigue penalizando a esta parte del mercado, pero hay que tener en cuenta que la renta fija ya no es un producto que muchos inversores quieran como activo refugio dentro de sus carteras. Tal y como expone el equipo de expertos en renta fija de Deutsche Bank, tradicionalmente, “los inversores se han basado en valores de renta fija para generar ingresos a partir de pagos regulares de cupones”. Las acciones, por el contrario, “estaban destinadas a proporcionar ganancias de precios, y aumentar el valor, con los dividendos sólo para proporcionar un poco de ingresos adicionales”. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos tiempos. Según exponen hemos sido testigos de un descenso sin precedentes en los rendimientos, que ha producido “grandes ganancias de precios para los bonos”. Posteriormente, incluso los rendimientos de los bonos de alto rendimiento están “por debajo del rendimiento de los dividendos en acciones”. Si miramos la evolución a través de un gráfico, se observa este desarrollo en los mercados europeos. Estos bajos rendimientos, resultantes de primas de bajo riesgo en bonos de alto rendimiento, “pueden justificarse dada la favorable coyuntura económica y los bajos tipos de default”. Sin embargo, “los mayores ingresos pueden lograrse invirtiendo en acciones”. La escena es distinta.

Fuente: Deutsche Bank
Fuente: Deutsche Bank

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