Deutsche Bank pone la ‘puntilla’ a cinco días para olvidar y arrastra en su caída al resto del sector financiero europeo. Y es que, el Departamento de Justicia de Estados Unidos requiere al banco germano el pago de 14.000 millones de dólares para hacer frente a los cargos por las hipotecas subprime. La cifra supone cerca del 70% de su capitalización bursátil, indica Renta 4.
Destaca Javier Urones, de XTB, que la industria bancaria ha sido una vez más la más perjudicada en una semana de recogida de beneficios. "Estas compañías, que gozaron de subidas cercanas al 12% en agosto, pierden de media un 9% en estas últimas cinco sesiones". En el caso del mercado español, el peor valor ha sido Banco Popular, "que se ha dejado más de un 10% y cae ya cerca de un 60% en el año. A las complicaciones que ya de por sí se está encontrando este sector para operar en un entorno de tipos de interés al 0%, se le suma la reciente decisión de sacar a Bolsa su cartera inmobiliaria. Un movimiento claro para ganar solvencia en el balance y a la vez tratar de obtener un buen precio de venta. Los bancos poco a poco parecen volver a querer ser bancos".
Advierte este experto que "se complica por tanto la situación en este momento para el Ibex 35. Lo más normal es que esta inestabilidad que estamos viendo en el mercado dure al menos hasta la decisión de la Reserva Federal (Fed) del miércoles. El ataque a los 9.200 que se planteaba el selectivo a finales de la semana pasada queda descartado y, de hecho, lo más probable es que vayamos a visitar la próxima el soporte de los 8.500 puntos. Esperemos que aguante".
Mientras, Daniel Pingarrón, analista de IG, cree que "la mayor corrección desde principios de julio tiene aún más recorrido". Explica que "no ha tenido un desencadenante sólido destacable, si no que se ha basado en una ruptura de niveles técnicos apoyada en algunas excusas o factores condicionales secundarios (las declaraciones de un miembro de la Fed), siendo muy importante el contexto en el que se ha producido: tras una fuerte subida lineal de doble dígito durante los meses de julio, agosto, y la primera semana de septiembre".
La próxima semana, continúa, "tendremos oportunidad de comprobar si continúa la corrección en la que estamos inmersos, o si nos recuperamos y queda abortada. La reunión de la autoridad monetaria estadounidense se antoja clave. No tanto por los que acontezca en ella (es poco probable que se suban los tipos de interés), si no por el discurso posterior de Yellen, en un contexto marcado por la fuerte confusión generada por sus miembros".
Recordemos que la debilidad reciente mostrada por la macro estadoundiense ha reducido hasta el 12% las probabilidades que maneja el consejo para un incremento del precio del dinero en este encuentro. Caen también por debajo del 50% las estimaciones de que se produzca ese movimiento este año. Recordemos que tras Jackson Hole, el consenso apostaba en un 40% por un aumento en septiembre.
Será clave en esta quiniela de expectativas, el dato de inflación de agosto, que repunta en tasa interanual un 1,1% (2,3% el subyacente, ambos por encima de lo esperado), así como el indicador preliminar de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan (se queda sin cambios 89,8, frente a 90,8 previsto).
No podemos olvidar tampoco que este viernes es día de vencimiento de los contratos de derivados en los mercados europeos y estadounidenses, o cuádruple hora bruja, lo que siempre conlleva un incremento de la volatilidad.
Es más, el Departamento de Análisis de Bankinter advierte de turbulencias "dado que no están claras las estrategias a seguir de cara al próximo trimestre. Elevando la mirada hacia 2017, pensamos que las Bolsas presentan valor pero en el corto plazo no está tan claro".
hemeroteca