Los 35 del Ibex representaban entonces y siguen manteniendo un 90% del efectivo negociado en la Bolsa española, esto hace que la muestra sea suficientemente representativa del mercado y que, desde hace 25 años, se mida la evolución de la Bolsa a través de este índice.
El principal indicador del mercado de valores española en su ya dilatada trayectoria ha reflejado todo tipo de situaciones nacionales e internacionales. “Desde su arranque, que marcó un cierre de 2.676,12 hasta el nivel actual, en torno a los 9.500, supone una revalorización del 255%, que se traduce en una media anual de ganancias del 6,82%”, indican desde BME. Su mínimo histórico lo registro en el año de su estreno, concretamente el 5 de octubre de 1992 en 1.873,58, mientras que su nivel máximo lo alcanzó el 8 de noviembre de 2007 al concluir la jornada en 15.945,70 puntos.
El dividendo vuelve a ser un factor decisivo a la hora de valorar el rendimiento de la inversión en la Bolsa española durante los últimos años. Así, entre el 15 de enero de 1992 y las mismas fechas de 2017 el valor del IBEX 35 se ha multiplicado por cerca de 3,5 veces frente a casi 9 veces si tenemos en cuenta la reinversión de los dividendos satisfechos en esos 25 años por las compañías integrantes del Ibex 35.
En sus 25 años de vida, el ejercicio más alcista fue 1993 con una ganancia del 54,20%, seguido de 1996 que subió el 41,97%, mientras que los peores balances anuales fueron en 2008 con una caída del 39,43% y 2002 que perdió el 28,11%. Respecto a las variaciones diarias, la jornada más alcista del Ibex 35 fue el 10 de mayo de 2010 con una subida del 14,43%, tras diversas decisiones de organismos europeos alrededor del euro. La sesión de mayor descenso se produjo el 24 de junio de 2016 con una caída del 12,35% como consecuencia del Brexit.
“Ser componente del Ibex 35 supone para las compañías un escaparate de excepción, una fuente de financiación, les ofrece visibilidad, y actúa como indicador de prestigio y de buena imagen dentro, pero sobre todo, más allá de nuestras fronteras”, indican desde BME, recordando que, durante este periodo, el selectivo español “ha demostrado su solidez, su adaptabilidad y su resistencia al paso de los años y se ha convertido en un indicador fiel de la economía y un referente para la inversión”.
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