Sin referencias macro de relevancia a este lado del Atlántico, la atención se ha centrado en unas peticiones de desempleo semanales en Estados Unidos que caen más de lo esperado (hasta 264.000 personas), pero unos precios industriales que se contraen un 0,4%, cuando se preveía un repunte. A vueltas con las dudas que despierta la economía norteamericana, muchos inversores han dejado de lado la cuestión de si su debilidad retrasará la subida de tipos para preocuparse por la fortaleza de la recuperación.
Tal y como explican los analistas de Link Securities, independientemente de si la autoridad monetaria incrementa el precio del dinero "un poco antes o un poco después, unas cifras macroeconómicas como las del miércoles (las ventas minoristas defraudaron todas las expectativas) ponen en entredicho la capacidad del gasto de los consumidores para relanzar la recuperación económica".
Una mejora de la actividad "cuyo reciente enfriamiento en Estados Unidos todavía no está claro si es algo temporal o algo más estructural, no son una buena señal, ya que estarían reflejando una economía que no es capaz de ‘echar a andar por sí sola’, habiendo pasado ya varios años desde el inicio de la crisis. Con unas valoraciones por parte de las empresas muy exigentes es difícil que la renta variable mantenga un buen tono a medio plazo si existen dudas sobre la capacidad de crecimiento de la economía", concluyen.
Mientras tanto, Grecia retoma las negociaciones con sus acreedores sobre las reformas necesarias para desbloquear el siguiente, y ansiado, tramo de ayudas internacionales. Por su parte, el euro vuelve a apreciarse en su cruce y alcanza niveles de 1,14 dólares (máximos de tres meses), que se corresponden con una zona de resistencia técnica, siendo la siguiente la de los 1,15; por abajo, el soporte estaría en los 1,105.
Finalmente, el petróleo corrige en esos momentos, con el West Texas en los 59 dólares por barril, y el Brent en 66 dólares. Destacar que desde los mínimos de enero acumula subidas del 50% y se ha acercado a la cota de los 70 dólares, por encima del rango medio de entre 40 y 50 dólares por barril que el consenso había marcado como promedio para este trimestre.
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