En una sesión sin referencias en el plano macroeconómico, el Ibex 35 ha cerrado finalmente con descensos del 0,25% hasta los 10.360 puntos. Si a las principales razones de los últimos días se le ha sumado que Estados Unidos no carbura del todo debido al bajo volumen y a la falta de operatividad, el esquema que tenemos ante nosotros es de dificultades para romper hacia arriba. Y son ya varios meses del selectivo español enfrascado dentro de un rango lateral que en los últimos días se ha vuelto bajista. Y es que dentro de los catalizadores adversos nos seguimos encontrando con los lamentables sucesos de Barcelona, que penalizan al índice de referencia del mercado español y que hacen que la prima de riesgo se mantenga con ligeros movimientos al alza. Así pues, el sector turístico se mantiene copando la atención de los inversores, puesto que en las últimas jornadas es que el más ha recibido el castigo de los atentados del jueves en la Ciudad Condal. Aunque, eso sí, la mayoría de los analistas apunta a que el mayor efecto ya se habría descontado. Por tanto, principalmente nos encontramos ante un mercado que «está de vacaciones» como así señala Pablo García, director de análisis de Carax-Alphavalue. Dentro de los valores que más han destacado, por la parte de las caídas nos encontramos con Caixabank y Banco Santander, que pierden cerca del punto porcentual. DIA y Acerinox son las dos acciones que han liderado las subidas dentro de la bolsa española. Además, estamos pendientes del Reino Unido, que podría atrasar hasta final de año el inicio de las negociaciones con la Unión Europea sobre su futura relación comercial. De cumplirse ese plazo, apenas tendría diez meses para abordar dicha fase. Por otro lado, durante este fin de semana hemos conocido el informe elaborado por un grupo de 16 economistas británicos que estarían a favor de la salida de la Unión Europea en el que sostienen que un “Brexit” duro sería más ventajoso económicamente para el Reino Unido que uno suave. También, el precio del crudo tuvo una importante remontada por un factor que compensó la fuerte reducción de las reservas semanales que vimos días atrás. Según apunta José Luis Cárpatos, analista independiente, dentro de esos datos de reservas semanales, «se vio que la producción aumentó y además el viernes a última hora se conocieron los datos del recuento de instalaciones de crudo en activo realizado por Baker Hughes, donde apareció un descenso de tres instalaciones». Por lo tanto, el aumento de producción «quedó compensado por la reducción de instalaciones y prevaleció la rebaja de la reservas, lo que disparó el precio». Por otro lado, la semana es un poco especial puesto que a finales tendremos uno de los mayores eventos de los bancos centrales del año con la reunión en Jackson Hole. Allí participará Mario Draghi, aunque el BCE ya se ha apresurado a avisar al mercado de que no esperen nada espectacular en su discurso y menos una especie de acto oficial en donde se cambie el tono del discurso. En el plano geopolítico podríamos tener algún sobresalto durante la semana porque Corea del Sur empieza unas maniobras anuales, de tal forma que podemos observar cómo puede actuar su país vecino. Recordemos todas las tensiones que hemos visto en los últimos días y que ha sido el caldo de cultivo de las caídas en la renta variable global.
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