El Mercosur busca flexibilizarse para sobrevivir

"Flexibilizar" es la palabra que más circula en las últimas semanas entre los socios fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y se refiere a las cláusulas que frenan la firma de tratados de libre comercio bilaterales y con otros bloques.

Con casi 300 millones de habitantes, un territorio tres veces el tamaño de la Comunidad Europea y un PIB nominal de 3,2 billones de dólares, el bloque representa la quinta economía global, según datos del FMI.

A pesar de las potencialidades que ello representa, el bloque se ha demorado en consideraciones políticas y burocráticas que lo tornan un "elefante blanco" frente al dinamismo, por otro lado, de la Alianza del Pacífico.

El factor Venezuela

En la última semana de junio, los países miembros suspendieron una cumbre de presidentes y ahora analizan la conveniencia de traspasar la presidencia pro tempore a Venezuela, como indica el calendario que debería ocurrir a fines de julio.

Los motivos no son únicamente la grave crisis que vive el país de Nicolás Maduro, sino también la reconfiguración de fuerzas en la región y las negociaciones en curso para firmar diversos tratados.

Argentina viene emitiendo señales claras de disenso respecto de Venezuela desde el inicio mismo del mandato de Mauricio Macri, que ha llegado a proponer suspender la condición de miembro de ese país en virtud de su situación institucional.

Uruguay se ha manifestado varias veces en los últimos años en pro de agilizar acuerdos comerciales con otros bloques y recientemente obtuvo el apoyo de Brasil, además de Argentina, para hacer de la flexibilización una estrategia de reanimación del proyecto.

El brasileño Michel Temer, por su parte, ha sido explícito sobre las dificultades de Brasil para un acuerdo tarifario en el bloque: "Tenemos que rediscutir el Mercosur para universalizar las relaciones con otros países", dijo el mandatario interino.

Buscando la unidad

Los países miembros buscan consolidar una imagen de unidad para favorecer las negociaciones extra-bloque y evitar que Venezuela interfiera negativamente.

"Estamos en medio de una negociación con la Unión Europea y no debemos perder de vista que el tamaño del Mercosur es un activo importante en toda negociación", dijo la canciller argentina Susana Malcorra la última semana de junio.

El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, ya había dicho en mayo que para su país era necesario "adoptar un posicionamiento" sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

En la misma línea, el canciller brasileño José Serra pidió que el bloque sea "más flexible" y retome su foco comercial, aunque no habló de preferencias sobre con qué país negociar.

Por lo pronto, lo que está confirmado es la cancelación de la cumbre presidencial, la continuidad de reuniones de cancilleres y las negociaciones con China y la Alianza del Pacífico.

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