En concreto, hablamos de 57 rebajas de calificación, frente a 18 subidas. "Adicionalmente, las revisiones complementarias de ‘grado de inversión’ incluyen 11 recortes y solo un ascenso. El último trimestre de 2015 se perfila como el segundo consecutivo de menores incrementos de nota respecto a las reducciones", por lo que para la firma podría estar surgiendo una "tendencia negativa convincente".
Pues, al mismo tiempo que las peores notas superan a las mejoras, "cualquier estrechamiento de los spreads high yield parece sospechoso".
Durante el segundo trimestre del año, el 49% de las revisiones de ratings para la deuda high yield fueron al alza. Cifra que se redujo al 39% en el tercero y que se sitúa en el 24% a falta de apenas mes y medio para que acabe el cuarto. Debemos remontarnos a 2009 para ver porcentajes inferiores: 30% en el segundo trimestre y 13% en el primero.
"Indicando un desvanecimiento del ciclo de crédito, la relación de mejoras en high yield en el inacabado segundo semestre se sitúa en el 35% (…) el ratio más bajo desde septiembre de 2009. Durante la Gran Recesión, el ratio de mejoras de dos trimestres consecutivos tocó suelo en el periodo acabado en marzo de dicho año, en un 13%".
Por otra parte, la agencia añade que nos encontramos ante las métricas de riesgo de default más preocupantes también desde verano de 2009, y recuerda que "las presiones regulatorias y unas perspectivas económicas menos convincentes han llevado a los bancos a ser más selectivos a la hora de prestar a las empresas".
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