Tras el estallido del escándalo que involucró al ministro de Interior en funciones y al jefe de la Oficina Antifraude catalana, de momento uno de ellos ya ha perdido su empleo. El Parlamento de Cataluña ha acordado destituir a Daniel de Alfonso tras conocerse las conversaciones que mantuvo con el ministro Fernández Díaz en las que se les escucha tratar de buscar "trapos sucios" de los enemigos políticos del ministro, especialmente de los partidos y dirigentes independentistas poco antes de la consulta del 9N.
La decisión en el Parlamento catalán ha contado con el apoyo de todos los grupos políticos, salvo el del Partido Popular, cuyos 11 diputados han votado en contra.
Fernández Díaz ya descartó dimitir el día después de que salieran a la luz las grabaciones y el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, apoyó su decisión. De hecho, en las últimas elecciones el Partido Popular ha salido reforzado pese a la publicación de estas conversaciones por el diario Público solo unos días antes de las votaciones.
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