La Eurocámara ha dado luz verde este miércoles a una legislación destinada a proteger a la industria comunitaria ante la competencia de la importaciones excesivamente baratas. La normativa supone enmendar la legislación europea antidumping y sobre subsidios estatales de terceros países.
La nueva ley implica además modificar las condiciones en las que se establecen aranceles a la importación, incluyendo en los informes las condiciones ambientales y laborales en las que se confeccionan los productos que llegan a los mercados de la UE.
La norma ha sido aprobada por 554 votos a favor, 48 en contra y 80 abstenciones y se prevé que entre en vigor antes de 2018. Desde Bruselas, se asegura que esta legislación busca defender a la industria europea y los empleos que genera frente a la competencia desleal de otros países, sin mencionar directamente al gigante asiático.
De hecho, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado que esta nueva normativa no va dirigida contra ningún país en especial. Sin embargo, la Comisión ha anunciado que presentará un informe sobre China cuando esta norma entre en vigor, en el que explicará casos en los que observa distorsión del mercado.
El Ministerio chino de Comercio no ha tardado en criticar esta decisión del Parlamento Europeo. Pekín señala que la nueva normativa va en contra del sistema antidumping puesto en marcha por la Organización Mundial del Comercio y ha exigido a Bruselas que respete los acuerdos comerciales internacionales.
Desde la UE, se critica que el gobierno chino está distorsionando los mercados con sus subvenciones a las empresas de su país, que les permiten vender sus productos en los mercados comunitarios incluso por debajo de los precios de producción, especialmente en sectores como el acero, aluminio, productos químicos y cemento, entre otros.
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