El petróleo ‘dinamita’ la economía de los países exportadores

El petróleo no está viviendo su mejor momento. Día tras día se conocen nuevos informes y previsiones que indican que el ‘oro negro’ seguirá a la baja durante una temporada. El barril del Brent, de referencia en Europa, cotiza por debajo de los 57 dólares. Para hacernos una idea, hace sólo ocho meses su precio era superior a los 110 dólares. En el caso de su homólogo norteamericano, el barril de Texas, ha llegado a cambiarse por debajo de los 52 dólares.

Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señala en su informe mensual que los productores de crudo no miembros de su grupo bombearán a la baja. En cambio, el organismo señaló que empieza a ver señales que indican que el tiempo de los precios bajos tiene los días contados.

Sin una referencia clara sobre cuándo volverán los ‘buenos tiempos’ para el petróleo, lo cierto es que desde junio de 2014 el crudo se ha desplomado en un 60%. Y aunque vuelva a la senda positiva, el daño para las economías de los países exportadores ya está hecho. Pero claro, lo que es malo para los exportadores es bueno para los compradores. ¿Cómo se reparte el coste de este regalo?, se pregunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

El analista señala que lo inevitable es pensar en los países ricos del Golfo pero que, en realidad, "el coste se reparte desde el norte de África hasta el Cáucaso, pasando por el centro de Asia".

Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), las previsiones que se tienen es que las pérdidas en términos de ingresos desde los países del Consejo de Seguridad del Golfo superarían los 300.000 millones de dólares. En este sentido, Campuzano apunta a que "si a los importadores se les puede advertir sobre el riesgo de considerar el ‘regalo’ de forma indefinida, a los exportadores la advertencia se centra en la necesidad a corto plazo se absorber esta caída de los ingresos".

Esto significa que durante los dos próximos años, los países exportadores podrían verse obligados a absorber cifras negativas en el presupuesto. De hecho, el organismo dirigido por Christine Lagarde estima que el déficit público podría bajar desde un saldo positivo de entre el 3 y el 6% del PIB a un déficit del 6% en el caso del norte de Africa y de los países del Golfo. Más grave aún son las expectativas del FMI para los países del Cáucaso ya que el déficit puede llegar hasta el 8%.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *