El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, casi al borde la lágrimas ha declarado ante periodistas que está “enormemente apenado” y que todos los miembros del PP están “muy afectados” por la muerte de Barberá. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha remarcado la figura de Barberá: “Fue una gran española, no tengo más que decir”. El ministro de Justicia ha sido más duro en sus declaraciones al asegurar que “pesará sobre la conciencia de algunos haber dicho determinadas cosas sobre Rita Barberá, una mujer que siempre luchó por Valencia”. En la misma línea se ha manifestado Jesús Posadas, diputado del PP y ex presidente del Congreso, al denunciar que Barberá fue sometida una “cacería injustificada”. El portavoz de la antigua Convergencia Francesc Homs ha indicado que “no es oportuno ahora comentarios como el del ministro de Justicia. Cuando hay una muerte así se tiene que expresar el pésame a los familiares y amigos. Tiempo habrá para hacer valoraciones políticas”. Hasta José María Aznar se ha pronunciado a través de un comunicado. El ex presidente del Gobierno y del PP ha lamentado que su fallecimiento se haya producido «habiendo sido excluida del partido al que dedicó su vida» y » antes de ver archivada la causa abierta contra ella y, con ello, restablecido el buen nombre que para mí siempre tuvo». Los diputados de Unidos Podemos han salido del hemiciclo cuando ha empezado. El líder de la formación morada ha afirmado en Twitter que «lamentamos la muerte de Barberá pero no podemos participar en un homenaje político a alguien cuya trayectoria está marcada por la corrupción».
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