La Comisión Nacional del Mercado y Competencia (CNMC) vuelve a cargar sobre las gasolineras. Desde hace años acusa al sector de trasladar a los consumidores rápidamente la subida de precios del crudo y ralentizar la caída para aumentar el margen de beneficio. En su informe de marzo sobre las estaciones de servicio, vuelve a constatar esta práctica. Por primera vez en meses, el precio medio de los combustibles vuelve a subir. En concreto, se encareció para los consumidores por primera vez en cuatro meses, un 3,2% hasta situarse en 1,120 euros el litro, mientras por primera vez en diez meses el gasóleo subió un 4,7% hasta los 0,981 euros el litro.
Hasta aquí la evolución de los precios resulta lógica teniendo en cuenta el encarecimiento de la materia prima, incluso se queda corta. El pasado mes de marzo el petróleo se encareció por encima del 6%. Pero las compañías de estaciones de servicio no adquieren el petróleo en bruto, sino que compran directamente gasolina y diésel en los mercados internacionales. De media la gasolina subió un 19,4% hasta los 0,084 euros por litro y un 16% el diésel hasta los 0,037 euros por litro. Con lo que se constata que los productos derivados del petróleo han subido más que el propio crudo.
El problema viene cuando Competencia analiza los precios sin impuestos. El precio antes de impuestos promedio mensual la gasolina 95 ascendió un 6,3% y el del gasóleo A un 9,0%, prácticamente el doble que los precios pagados por los consumidores. Esta cifra es clave porque indica el importe que ponen libremente al combustible las estaciones de servicio, sin tener en cuenta los impuestos que posteriormente soporta el precio de venta al público. Además es decisivo para que las gasolineras ensanchen los márgenes de beneficio, es decir, las ganancias limpias que sacan por cada litro dispensado.
La estrategia de trasladar rápidamente la subida de las materias primas a los consumidores queda retratada cuando se compara con el resto de países europeos que compran a parecidos precios los productos ya procesados. El precio medio antes de impuestos en la zona euro y la Unión Europea de la gasolina se mantuvo apenas sin cambio respecto a febrero, mientras en España subió un 6%. En el caso del diésel en Europa subió entre un 5% y 7% frente al 9% de media en el país.
De los países más baratos en llenar el depósito
Eso sí España se sitúa por debajo de la media europea en cuanto al precio final de los combustibles, lo que desmonta el argumento del sector de que el encarecimiento del producto se produce por los impuestos asociados, que representan la mitad del precio.
La aceleración de la subida en los precios ha llevado a que España ya se encuentre en el podio de los países más caros en precio de la gasolina 95 antes de impuestos, apenas después de Malta y Dinamarca. Si se compara este dato con el mes de enero, cuando España se encontraba en el sexto lugar, los resultados son aún más preocupantes.
En el caso del diesel la escalada de posiciones relativas del precio antes de impuestos es incluso más abrupta, ya que a finales de marzo España es el quinto país más caro de la UE (de nuevo tras Malta, Dinamarca, Grecia y Suecia) mientras que en el mes de enero España estaba en el décimo quinto puesto, el diesel ha escalado 5 posiciones hacia los puestos más caros en 2 meses.
A pesar de la evolución en el ranking, la CNMC reconoce que en marzo el margen bruto promedio mensual de la gasolina 95 se redujo con respecto al del mes anterior un -11,1% situándose en 0,166 euros por litro y del gasóleo A bajó un 0,7% hasta los 0,169 euros por litro.
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