El primer ministro de Japón, salpicado por la corrupción

Al primer ministro de Japón se le suman los problemas. Por si no tuviera suficiente con el tema económico, ahora se ha visto envuelto en un escándalo de financiación irregular que afecta a su partido. Una semana después de que dimitiera el ministro de agricultura, ahora es Abe quien aparece en las investigaciones sobre una posible financiación irregular de su partido. 

Aba ante las preguntas sobre el tema, admitió haber obtenido financiación de empresas que habían recibido ayudas estatales.  Abe habría violado las normas del Partido Democrático Liberal en materia de financiación, aunque la cantidad estimada por la prensa local no es excesivamente alta. Según las informaciones publicadas ascendería a 500.000 yenes, que al cambio suponen algo más de 4.100 euros. 

Las empresas privadas no pueden hacer donaciones a un partido político durante el año posterior desde que son notificadas que van a recibir ayudas gubernamentales. Sin embargo, si los políticos no son conocedores de estas ayudas, no exisitiría delito.
 
Tres ministros implicados
 
A pesar de imagen de rectitud que transmite Japón, el Gobierno de Abe ya ha perdido a tres ministros por temas relacionados con la corrupción o con gestión poco clara. El último de ellos fue el ministro de agricultura, que dimitió la semana tras empezar a vincularle con este caso de financiación ilegal del PDL. El año pasado, dos miembros del Ejecutivo dimitieron por un posible escándalo de financiación política y el otro por un supuesto quebranto relativo a la ley electoral. 

Aunque los analistas políticos esperan que este caso acabe pasándole factura a Abe, lo cierto es que por el momento el primer ministro continúa con una alta cuota de popularidad entre los japoneses que supera el 50%. Conviene recordar que Abe se enfrentó a unas elecciones anticipadas en diciembre en las que consiguió el respaldo del electorado. A pesar de ser los comicios con la participación más baja desde la II Guerra Mundial, los electores refrendaron el programa económico del primer ministro conocido como Abenomics. Ahora falta por ver si las tres flechas de Abe consiguen también acabar con este escándalo de presunta financiación irregular. 

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