El regalo de los bancos centrales

La ‘munición’ lanzada por los bancos centrales en su desesperado intento por poner freno a la desaceleración del crecimiento económico mundial ha tenido como principales ganadores a los Estados, que han visto cómo su deuda se ha adentrado en el terreno de los rendimientos negativos. Este regalo debería generar en última instancia un impulso económico positivo, pero sólo si los gobiernos saben aprovechar la oportunidad.

La predisposición de los bancos centrales a comprar infatigablemente deuda pública en los mercados de capital ha ocasionado una serie de distorsiones y sobrevaloraciones. De esta manera, la totalidad de la deuda pública suiza presenta un rendimiento negativo, al igual que ocurre con más del 80% de la deuda alemana. Incluso los países bautizados como PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) están recibiendo dinero a cambio de sus bonos. En los casos de España e Irlanda, el porcentaje de deuda con rendimientos por debajo de cero se sitúa en el 40%, mientras que en Italia es del 30%, una situación inimaginable hace unos años.

La compra masiva de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo ha permitido a distintos países de la zona euro reducir su déficit presupuestario a través de la emisión de bonos, basta simplemente con incurrir en mayor deuda. El pasado 1 de agosto, el ministerio alemán de Finanzas anunció que durante el primer semestre de este año ‘sólo’ tuvo que destinar 7.000 millones de euros a cubrir intereses, un 30% menos respecto a los 10.000 millones previstos.

Gracias a estas adquisiciones y a los bajos intereses que acompañan a las emisiones de deuda, los estados tienen la posibilidad de financiar reformas estructurales y programas de inversión con estos ahorros inesperados, lo que en última instancia podría mostrar sus efectos y generar impulsos de crecimiento positivos. Sin embargo, no debemos olvidar que el peligro sigue ahí, con la tentación para los gobiernos de no implementar las medidas necesarias.

Tampoco podemos pasar por alto el hecho de que no se pueden aplicar otras medidas de política monetaria frente a una posible desaceleración del crecimiento. A pesar de los efectos de la compra masiva de bonos que hemos mencionado, aún hay dudas sobre si la confianza en las políticas monetarias, con la insistencia de Mario Draghi en que hará lo que sea necesario, durará mucho más tiempo. Puede que sean muchos años o que tan sólo sean unos meses, lo que nos recuerda un poco a lo que decía Peter Pan: "En el momento en el que dudes de si puedes volar, pierdes la capacidad de hacerlo".

Guido Barthels, portfolio manager de ETHENEA Independent Investors, e Yves Longchamp, head of research de ETHENEA Independent Investors (Schweiz).

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *