Dudas y más dudas. Incertidumbre. Volatilidad. Son las reinas del mercado ahora mismo y la huida hacia los refugios seguros que provocan se ha dejado notar en la colocación de este jueves. A la falta de confianza en el crecimiento global, entre las turbulencias causadas por China y el petróleo, se suma el retraso que acumula el sector financiero transalpino en su reestructuración y consolidación, que ha teñido de rojo a los valores bancarios del país, y contagiado al resto de la industria periférica.
"Estas dudas también afectan a los bonos de estos países, que vieron cómo, mientras los inversores acaparan bonos alemanes, los cuales suelen actuar como activo refugio cuando aumenta en los mercados la aversión al riesgo, sus rentabilidades subían con fuerza, lo que provocó el aumento de las primas de riesgo", destaca Link Securities.
En este contexto, el Tesoro, que el martes ahondaba en los costes negativos a corto plazo, ha vendido 3.200 millones de euros en bonos a tres años (con cupón del 0,25% y vencimiento el 31 de enero de 2019), con una rentabilidad media del 0,291% y una demanda ajustada de 1,6 veces la oferta.
Asimismo, ha adjudicado 836 millones de euros en bonos a 15 años (con cupón del 1,95% y vencimiento el 30 de julio de 2020) a un coste medio que sube hasta el 2,313%, desde el 2,008% previo. Por su parte, el ratio de cobertura ha sido de 2,4 veces, por encima de las 1,6 previas.
Con todo, el organismo ha comenzado el año "con buen pie" pues en sus primeras incursiones en el mercado ha logrado colocar 22.000 millones de euros, a pesar de que al complicado contexto internacional, debemos sumarle también la inestabilidad política interna.
hemeroteca