El uso de las tarjetas se impone por encima del dinero en metálico

El aumento del gasto con tarjeta ha ido acompañado de un incremento del número de plásticos en circulación que ya supera al de habitantes. Al cierre del pasado año, España contaba con 69,92 millones de plásticos sumando las tarjetas de débito y de crédito. Si tenemos en cuenta que la población mayor de edad, que son los que suelen disponer de tarjeta, son algo más de 38 millones de habitantes, hay más de una tarjeta y media por persona, señalan desde el portal para comparar tarjetas HelpMyCash.com.

Aunque el dinero en efectivo es el medio de pago más aceptado, ya que la totalidad de los españoles lo utilizan, frente a un 90,8 % que utilizan las tarjetas de débito y a un 76,6 % que utilizan las de crédito, según un estudio publicado a mediados del pasado año y elaborado por el Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School, lo cierto es que durante el primer trimestre de este año el importe de las compras con dinero de plástico ha superado por más de 1.000 millones el dinero que se extrajo de los cajeros automáticos situados en nuestro país. Concretamente, las operaciones de compra con tarjeta alcanzaron los 27.816,74 millones mientras que el importe extraído de los dispensadores de efectivo se quedó en 26.603,07 millones.

El consumo con pago aplazado también ha aumentado este 2016.En enero, el importe de las compras fraccionadas pagadas con tarjeta de crédito llegó hasta los 10.033 millones de euros, un 13 % más que en enero de 2015. El primer mes en el que se supera la barrera de los 10.000 millones desde que se publican los datos (junio de 2010). En febrero y marzo el crédito concedido instrumentalizado bajo el soporte de plástico también fue superior al de los mismos meses del año pasado, y en abril y mayo se volvieron a superar los 10 mil millones.

¿Cuáles son las mejores tarjetas para pagar a plazos?

Si pensamos pagar una compra a plazos con nuestra tarjeta de crédito, debemos saber que la operación conllevará el pago de una serie de intereses. Para reducir el coste de la financiación, tenemos dos opciones: o bien utilizar una tarjeta con un tipo de interés lo más bajo posible o bien pagar con un plástico que devuelva una parte de las compras, aunque tenga un TIN más elevado. Si el plazo al que se quiere financiar la operación es dilatado, la primera opción será más barata; mientras que si el plazo va a ser breve, la segunda opción puede resultar atractiva, ya que aunque los intereses que se devenguen sean mayores, la bonificación lo compensará.

Actualmente, la Visa Clip de Abanca lidera el ranking de las tarjetas con el tipo de interés más bajo, con un TIN del 9 %. Le sigue la Tarjeta 1|2|3 de Banco Santander al 12 % y la Tarjeta de crédito de ING Direct al 14,06 % TIN, siempre y cuando el importe de la compra supere los 90 euros y se aplace a 3, 6, 12 o 18 meses.

Si preferimos una tarjeta con bonificación, podemos optar por la Tarjeta Oro de Bankintercard que devuelve un 5 % de las compras pagadas a plazos (24 % TIN), la Tarjeta MasterCard EVO Finance Oro que devuelve el 1 % también de las compras aplazadas (19,21 % TIN) y la Nueva Visa Barclaycardque bonifica el 1 % de todas las compras, sean aplazadas o no (23,90 % TIN).

Cuidado con sobrendeudarseUn uso irresponsable y poco planificado de las tarjetas de crédito puede dar lugar a un sobrendeudamiento. Los expertos recomiendan que la suma total de las cuotas de nuestras deudas no debería superar el 35 o 40 % del total de nuestros ingresos. Esta barrera se aplica también en las tarjetas. Además, debemos ser conscientes de que cuanto más tiempo alarguemos el pago, más intereses nos cobrarán; más aún si optamos por pagar la cuota mínima mensual; en ese caso los intereses podrían dispararse y el plazo podría dilatarse sobremanera.

Si finalmente el cliente no puede pagar, la consecuencia inmediata será el cobro de comisiones por reclamación y la aplicación de intereses de demora, que se irán sumando a la deuda. Si el retraso se alarga, el proveedor podrá inscribir al cliente en una lista de morosos, fulminando sus posibilidades de acceder al circuito oficial del crédito. En ese caso, si necesita financiación tendrá que recurrir a los préstamos con Asnef, que sí conceden dinero a las personas consideradas como morosas.
 

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