Durante el mes de enero enero, el índice MSCI Emerging Markets volvió a ser el activo más rentable de su categoría. Y lo mismo ocurrió con la deuda en moneda local de mercados emergentes. Los inversores llevan meses poniendo el foco en estas regiones, y la victoria de Donald Trump no ha logrado, salvo excepciones como la fuerte caída experimentada por el peso mexicano desde las presidenciales estadounidenses, deshacer el optimismo en torno a esta clase de activo. Los emergentes han logrado capear el ‘huracán Trump’, al menos de momento. Y una buena muestra de ello es la avalancha de emisiones de deuda que se han producido en las últimas semanas en estos mercados, conscientes de que todo puede saltar por los aires si los inversores se toman a mal la más que posible subida de tipos de interés que la Reserva Federal (Fed) podría llevar a cabo en su reunión de la próxima semana. Según datos recopilados Bloomberg, los emisores emergentes se están centrando en operaciones de hard currency, con un total en lo que va de año de más de 100.000 millones de dólares de emisiones en dólares y en euros. Kuwait, Oman o Nigeria son solo algunos de los protagonistas de estas operaciones. La cifra supone además un 20% más que el anterior registrado en el mismo periodo de 2014. Que las emisiones se realicen en moneda fuerte supone una ventana de oportunidad para abrir la base de inversores a los internacionales. Sin embargo, Gobiernos y empresas son conscientes de que la subida del dólar puede suponer el final de la euforia, ya que ese encarecimiento de la divisa aumenta, por consiguiente y para las emisiones en dólares, el coste de endeudamiento. Pese a todo, resulta evidente que la estabilización de los rendimientos de la deuda estadounidense y del billete verde ha ayudado a este buen comportamiento en las últimas semanas. Pero, según los expertos de NN Investments Partners, “han tenido mayor transcendencia la aceleración de la demanda en los mercados desarrollados y el encarecimiento de las materias primas, que han disparado el crecimiento de las exportaciones de los emergentes”. A su juicio, mientras no se sustancien las medidas proteccionistas del gobierno estadounidense, la mayor parte de estos mercados se beneficiará del tirón de la demanda mundial. De hecho, recuerdan que la aceleración de la demanda en los mercados desarrollados y el aumento de los precios de las materias primas, ayudados también por los buenos datos procedentes de China, especialmente en el sector de la construcción, han dado lugar al mejor dato de exportaciones de los mercados emergentes en más de cinco años. “Desde la última semana de enero, estamos observando una clara mejoría de la dinámica del crecimiento emergente. Nuestro indicador interno de crecimiento para estos mercados, que recoge la variación en los tres meses anteriores de los ocho indicadores cíclicos más relevantes en las 21 primeras economías emergentes, alcanzó su nivel más alto de los últimos cuatro años a mediados de febrero”; indican desde la firma. Según sus datos, dicha mejoría es la más intensa desde 2012: “de los 21 mercados, 14 exhiben actualmente una dinámica de crecimiento positiva. Solo uno (Tailandia) se mantiene en negativo”; explican. Aún así, desde la firma son bien conscientes de los riesgos, de la mano no solo de un mayor proteccionismo global, sino de la evolución de la economía china. Para los expertos, la fortaleza del crecimiento del gigante asiático, especialmente en el sector de la construcción, también contribuyó a evitar una corrección más grande en los mercados emergentes desde la victoria electoral de Trump. También ayudó a sostener la recuperación de los precios de las materias primas y a mejorar los resultados de exportación de los países emergentes. “Probablemente, también impidió que los temores en torno al proteccionismo estadounidense se convirtieran en el factor más determinante para la evolución de los activos emergentes”, indican, recordando que “una desaceleración china haría a los mercados vulnerables a lo que Trump esté cocinando (medidas que tiren al alza de los rendimientos de la deuda estadounidense y que incidan en el crecimiento de las exportaciones de los mercados emergentes)”.
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