La trayectoria profesional de Yolanda Cambra no siempre fue sencilla, pero si algo caracteriza a esta emprendedora nata es la valentía de apostar por sus proyectos de negocio. Desde el desafío inicial que supuso crear una tienda de merchandasing de Fórmula 1 hasta su éxito actual como fundadora y mentora de Cero Tontería, donde ha […]
EmprendimientoDirigentes Digital
| 22 nov 2023
La trayectoria profesional de Yolanda Cambra no siempre fue sencilla, pero si algo caracteriza a esta emprendedora nata es la valentía de apostar por sus proyectos de negocio. Desde el desafío inicial que supuso crear una tienda de merchandasing de Fórmula 1 hasta su éxito actual como fundadora y mentora de Cero Tontería, donde ha vendido 2.800 cursos online, ha sabido adaptarse a las necesidades de cada momento.
Su enfoque único se centra en escuchar a sus clientes, comprendiendo sus necesidades y generando un impacto significativo en la vida y los negocios de las mujeres emprendedoras. A día de hoy, Cambra continúa liderando con pasión y compromiso, guiando a otros en el camino del emprendedor.
En 2003 monté una tienda de merchandising de Fórmula 1 que apenas cubrió gastos y la cerré. En 2015 solo éramos cuatro coaches nutricionales en España. El usuario no sabía muy bien qué era esta figura y cómo podía ayudarle. Había mucha resistencia a la compra online y realizar pagos en Internet, creía que la formación grabada y a distancia no era tan eficaz como la presencial.
Otro freno era la poca habilidad con herramientas digitales necesarias para asistir a eventos en directo, ver el temario grabado, participar en foros de debate y/o tutorías, o abonar un servicio vía pasarela de pago. Todo eran obstáculos. La familiarización con estas plataformas es una de las pocas ventajas que nos trajo la pandemia.
Escuchar las necesidades del entorno. Mis compañeros coaches fueron los primeros en pedirme que les enseñase a crear eventos digitales o darse a conocer en las redes sociales.
Me resistí durante un tiempo, les remitía a mis formadores. Pero otros coaches me pedían alguien que lo explicase “sin tecnicismos y sin tontería” y de forma que pudiesen entenderlo.
La verdad es que hace años todas las formaciones eran para dedicarte profesionalmente a redactar textos de ventas, crear lanzamientos o hacer publicidad… pero no había ninguna que te enseñase el mínimo viable de cada área para sacar adelante tu negocio.
Yolanda Cambra, fundadora y CEO de Cero Tontería
Para mí es únicamente un cambio de mentalidad. Se da por hecho que las mujeres somos menos tecnológicas. Si hay un chiste sobre alguien que le cuesta cinco minutos escribir un WhatsApp y solo manda una palabra, siempre es una mujer.
La carrera de informática está copada por hombres. Sin embargo, el emprendimiento digital es una excelente oportunidad para las mujeres, que tradicionalmente hemos sido relegadas a puestos de atención al público o elaboración manual. En parte porque estaban peor pagados y nuestro sueldo solía ser un complemento del de la pareja. Afortunadamente, esto ha cambiado.
No hay recetas mágicas en marketing, es un ensayo-error constante. Hay que probar, medir y reformular. Y, dentro de este proceso, hay un momento casi mágico que suele ir de la mano con un potente cambio en la mentalidad de la emprendedora, que hace que de repente todo empiece a fluir y la facturación se dispare. Es maravilloso acompañar a las personas en ese momento y ver cómo su esfuerzo da frutos por fin.
Vender es crear una relación con el cliente, como con tu pareja. Y la base es la comunicación y, sobre todo, la escucha.
Mi primer curso resolvía el problema de la alimentación emocional. Atendiendo a las alumnas que lo compraban, identifiqué otras necesidades. Por ejemplo, algunas mostraban preocupación porque ya veían que sus hijos imitaban su conducta con la comida, así que monté una escuela de padres online para darles herramientas. Otras me decían que entraba en crisis de pareja porque ellas mismas no soportaban su cuerpo y se negaban a desnudarse ante ella, por lo que la relación se deterioraba. Entonces saqué un curso de autoestima apoyada en la sexualidad. Las mujeres que avanzaban con mis formaciones me pedían más, querían seguir aprendiendo, así nació un curso de autoliderazgo.
Siempre me he centrado en escuchar lo que necesitan mis clientes y generar algo que resuelva sus problemas.
¡Siempre! Veo oportunidades de negocio por todas partes. Estoy diversificando con el fin de que mis fuentes de ingresos no vengan del mismo sitio y creando una nueva profesión digital para dar servicio a emprendedores cuando empiezan a facturar y necesitan delegar tareas técnicas.
Hay roles en el mercado haciendo algo parecido, pero ninguno cubre todas las necesidades del emprendedor online. Las conozco de primera mano porque son las que tienen nuestros clientes cuando empiezan a facturar y quieren delegar.
Mi negocio es mucho más que una fuente de ingresos, se ha convertido en mi misión de vida. He encontrado la forma de que las personas consigan vivir mejor, en lo personal y lo profesional, y su emprendimiento es la herramienta que lo hace posible.
Uno de mis valores de marca es transmitir esa mentalidad, conocimientos y experiencia para que todo el mundo pueda lograrlo, siempre que estén dispuestos a esforzarse, invertir y perseverar. Sé que esta opinión es impopular, pero no todo el mundo vale para emprender. Eso sí, para quienes estén dispuestos a dar el 100 %, no hay límite.