El bienestar social y medioambiental es responsabilidad de todos, individual y conjuntamente. Una lucha que quedó patente en 2015 cuando Naciones Unidas aprobaba la Agenda 2030 con el fin de que todos los países, independientemente de su nivel económico o área geográfica, cumplan con los 17 objetivos prioritarios del plan global. Dentro de dicho marco […]
PYMESDirigentes Digital
| 30 mar 2023
El bienestar social y medioambiental es responsabilidad de todos, individual y conjuntamente. Una lucha que quedó patente en 2015 cuando Naciones Unidas aprobaba la Agenda 2030 con el fin de que todos los países, independientemente de su nivel económico o área geográfica, cumplan con los 17 objetivos prioritarios del plan global. Dentro de dicho marco común, se encuentras las pequeñas y medianas empresas, quiénes conforman un porcentaje mayoritario y, por tanto, cuyo referente para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son fundamentales.
Las metas marcadas por la ONU no se pueden acometer sin la ayuda de todos, incluidos pymes y micropymes. No obstante, su cumplimiento por parte de estos actores también es beneficioso para ellos mismos al permitirles adentrarse en nuevos mercados y competir con ellos debido al acogimiento de los ámbitos recogidos en la Agenda 2030.
La jornada liderada por expertos anexos a la Cámara de Comercio de Madrid (CAM) ponía de manifiesto cómo influye (positivamente) implementar estrategias afines a la sostenibilidad dentro de la pyme.
Según los datos ofrecidos por la CAM, el 80% de las empresas del IBEX 35 cumplen con algunos de los ODS integrados en la Agenda 2030. Además, el 37% de las pymes comprometidas con la causa disponen de un código ético a proveedores y el 66% realiza una evaluación a estos con respecto a aspectos sociales y derechos humanos.
Para una correcta implementación de los ODS, se recomienda hacerlo en cuatro fases: seguimiento y reporting, liderazgo y visión, ejecución, siempre centrándose en el compromiso de la propia pyme con los grupos de interés, y planificación.
Es importante, para ello, conocer la implicación real del equipo, y en especial del responsable, además de la disponibilidad y los recursos económicos con lo que se cuentan para su implementación. Por este motivo, “la planificación estratégica es fundamental para materializar un compromiso en consonancia con el propósito y los principios de la empresa”.
Definir prioridades y objetivos dotará al plan de negocio en el que se integran los ODS de valor. Distribuirlos por sector para que sean factibles y se puedan evaluar las acciones, definiendo así si se va por el buen camino o no.