Después del covid llega la inflación y las pymes y autónomos españoles no logran escapar del escenario de incertidumbre. Las preocupaciones de los empresarios han quedado plasmadas en la encuesta realizada por KPMG para Hiscox, aseguradora especializada en pymes, autónomos y micropymes. El resultado del sondeo se refleja en el I Informe Hiscox de […]
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| 27 sep 2022
Después del covid llega la inflación y las pymes y autónomos españoles no logran escapar del escenario de incertidumbre. Las preocupaciones de los empresarios han quedado plasmadas en la encuesta realizada por KPMG para Hiscox, aseguradora especializada en pymes, autónomos y micropymes. El resultado del sondeo se refleja en el I Informe Hiscox de pymes y autónomos en España, presentado esta mañana en Madrid. “Nos ayuda a entender cómo se sienten, cuáles son las dificultades por las que están pasando”, ha explicado David Heras, director general de la compañía en España. La encuesta realizada durante el pasado mes de junio, recoge el testimonio de 400 empresas con menos de 250 empleados y una facturación que no sobrepasa los 50 millones de euros.
A prácticamente la mitad de las empresas preguntadas les preocupa el riesgo sistémico, aquel que si ocurre puede poner en riesgo un sector, una industria, o la economía nacional. El 84,39% de la industria manufacturera considera el precio del dinero como un inconveniente que afectará a sus costes de producción y a sus ventas. El 15,7% de las empresas han estado acogidas a un ERTE durante la pandemia y dos de cada diez empresas han tenido que pedir un préstamo ICO: un tercio de ellas teme no poder devolverlo. Cambio climático, escasez de recursos, inestabilidad geopolítica o ciberseguridad son otras de las preocupaciones que tienen en vilo a los encuestados.
Un 60% estima que la inflación le supondrá un aumento de los costes de producción. El 39,4% de participantes en la encuesta sospecha que tendrá una caída de la actividad y un 33,8% está preocupado por la continuidad de su empresa.
A pesar de los datos, también hay cierto optimismo entre pymes y autónomos. De hecho el 68,5% de los encuestados confía en que su facturación continúe igual o incluso mejore en los próximos meses. En todo caso, la mayoría considera que el empleo se mantendrá o crecerá solo si se sacrifican márgenes de beneficio. Por otro lado, la digitalización ha tomado fuerza y se ha convertido en piedra angular en miles de pymes. El 45,6%, casi la mitad de los participantes en el sondeo, han optado por contratar herramientas para digitalizar su empresa como el marketing digital, las redes sociales o el teletrabajo. El 36,3% contrataron además sistemas de ciberseguridad. Los resultados de estas incorporaciones han sido positivos: mayor eficiencia y ahorro de costes.