Iberdrola ha presentado un beneficio neto de 3.406,3 millones en 2019, un 13% más con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en línea con el beneficio bruto de explotación (Ebitda) que ha marcado un nuevo hito al situarse por primera vez en los 10.004 millones (+8,1% más), a pesar de que la producción hidroeléctrica […]
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| 26 feb 2020
Iberdrola ha presentado un beneficio neto de 3.406,3 millones en 2019, un 13% más con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en línea con el beneficio bruto de explotación (Ebitda) que ha marcado un nuevo hito al situarse por primera vez en los 10.004 millones (+8,1% más), a pesar de que la producción hidroeléctrica se encontraba en mínimos de los últimos años en el grupo. “Estos resultados reflejan la visión estratégica y la capacidad de ejecución de la compañía, que nos han permitido anticiparnos en 20 años a la actual transición energética“, señala el presidente del grupo, Ignacio Galán, en una nota.
La eléctrica atribuye estos resultados a las inversiones, que se han incrementado un 32%, hasta rebasar los 8.100 millones. De esta cantidad, el 41% se ha destinado a renovables y un 44% a redes, lo que ha permitido a esta última división incrementar el valor de los activos regulados de Iberdrola hasta los 31.000 millones (+6%).
De este modo, la compañía refuerza su potencia en todos sus mercados, con 5.500 nuevos megavatios instalados (MW). Esto es cinco veces la capacidad media anual instalada en los últimos ejercicios.
Por su parte, los ingresos del grupo han experimentado un aumento del 3,9%, con 36.437,9 millones de euros, mientras que la deuda financiera neta ha alcanzado los 37.216 millones (+2,4%).
En este contexto, la compañía propondrá a la junta de accionistas elevar la retribución al accionista en un 14%, con 0,4 euros por acción. De este modo, a los 0,168 euros brutos por título abonados el pasado 5 de febrero hay que añadir un dividendo complementario de 0,232 euros euros brutos.