Liberbank registró hasta septiembre de 2019 un beneficio neto de 96 millones de euros gracias al impulso de la actividad comercial bancaria típica, sin aportaciones significativas de resultados atípicos ni operaciones financieras, y tras lograr que el margen de intereses se incrementase, en el actual entorno de tipos, un 3,2%, y que los costes de administración, pese al aumento de los gastos de personal, mantuviesen la senda de reducción, con una disminución del 3%.

El beneficio neto fue un 10,9% inferior al acumulado al tercer trimestre de 2018, por la menor contribución de resultados extraordinarios y procedentes de operaciones financieras. La intensificación de la actividad bancaria se reflejó en la evolución del balance y en la calidad de los activos, ya que, por una parte, los recursos de clientes continuaron aumentando en términos interanuales un 4,8%, y por otra, el saldo vivo de crédito productivo consolidó su incremento, que fue del 8,6% y se produjo en todos los segmentos de actividad (empresas, consumo, hipotecas…), manteniendo el ritmo de nuevas formalizaciones, que creció un 11,9%.

Asimismo, continuó el proceso de mejora de la calidad de activos, con una reducción de la tasa de mora al 3,86% y la venta de 370 millones de activos adjudicados, lo que supone que, en términos interanuales,la cartera de adjudicados se ha reducido un 23% esta cartera y que la ratio de activos no productivos baja del 9,8%. Además de la mejora del negocio bancario en términos cuantitativos, Liberbank confirmó la sustancial mejora de la calidad de servicio, al situarse por segundo trimestre consecutivo como la mejor entidad española en el Índice Iquos de calidad de servicio.