Casi todos los autónomos se quejan de la cuota que sube cada año, pero hay que ver su situación en el contexto global de la sanidad, las pensiones y la baja laboral. Ahí los españoles pueden estar orgullosos de su sistema que sin duda puede ser más flexible, pero seguro que no más barato. Seguro […]
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| 06 mar 2019
Casi todos los autónomos se quejan de la cuota que sube cada año, pero hay que ver su situación en el contexto global de la sanidad, las pensiones y la baja laboral. Ahí los españoles pueden estar orgullosos de su sistema que sin duda puede ser más flexible, pero seguro que no más barato. Seguro que hace falta más flexibilidad en el mercado laboral con más contratos para trabajos parciales, temporales y esporádicos como es el caso de muchos autónomos españoles en la actualidad. También habrá que distinguir entre “pequeños” autónomos y autónomos con muchos ingresos.
Por el momento, la facturación no importa y quizá aquí esté el gran fallo del sistema español, “que debería ayudar a los autónomos que ganan poco con una cuota más baja”, dice el autónomo Álvaro Rodríguez. Su negocio de Foodtrucks está muy vinculado a las temporadas, pero por el momento no pueden flexibilizar las cuotas, aunque hay meses que casi no les llega para pagar la cuota.
Pero quizás muchos de los que se quejan no son conscientes es de que con menos de 300 euros al mes se cubre la sanidad, el derecho a una pensión mínima y hasta un cobro diario en caso de baja laboral. En Alemania como en Italia, por ejemplo, no hay cuotas, aunque el hecho de que no las haya quiere decir que la sanidad, las pensiones o la baja laboral se la tienen que financiar cada uno por su cuenta y normalmente esto supera en mucho los 300 euros al mes.
El sistema alemán de pensiones, sin embargo, es diferente al de España al no permitir a los autónomos cotizar. En Francia lo bueno es que las cuotas se fijan en función de la profesión, así como de la facturación. Para hacernos una idea, abarca el 12% de las actividades comerciales, el 21,3% de los servicios y el 18,3% de las profesiones liberales. Pero también hay que saber una cosa: cuando acudes al médico, pagas los gastos y después el Gobierno te reembolsa entre el 65% y el 100% del coste total. En España en cambio no es así, aquí el sistema sanitario lo cubre todo salvo el dentista.
NO PAGAR CUOTA SUPONE NORMALMENTE TENER MÁS GASTOS
En el país germánico, los autónomos tienen la obligación de tener un seguro médico, pero no tiene que ser en la Seguridad Social, pueden ir por lo privado. Si están casados podrían cotizar en el seguro de la pareja en caso de que esta trabaje como empleado. Se recomienda quedarse con el sistema público, aunque tiene un coste a partir de 190 euros en caso de que el autónomo gane menos de 1.000 euros brutos al mes. La realidad es que alguien que gana tan poco como autónomo no sobreviviría en Alemania, es decir, pocos pagan esta cuota mínima que sube si se tienen más ingresos y también con la edad.
Para visualizarlo: En el caso de Thomas Müller, dibujante técnico, ha optado por el seguro privado, por el que paga 550 euros al mes. Con este importe el padre de familia de 53 años se cubre solo a sí mismo. Un autónomo más joven paga menos con la privada, alrededor de 300 euros, pero con la edad aumenta la cuota. Y la familia muchas veces no está incluida, como en el caso de Müller: su hija está cubierta por la madre, que es empleada. “Y para la pensión ya no tengo capacidad de ahorro”, admite el autónomo. “Para ello he comprado un edificio donde vivo yo y el resto de los pisos los alquilo. Cuando me jubile estos alquileres serán mi pensión”, añadió. Esto es la realidad de los autónomos en Alemania, que a parte de esto lo tienen difícil, salvo algunas excepciones, cobrar dinero en negro. Todos estos gastos adicionales se reflejan en lo que exige Müller como honorario por hora, que son mínimo 60 euros.
EL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL ESPAÑOL ES MÁS EFICIENTE QUE EL ALEMÁN
En España, cotizar a la Seguridad Social es una obligación. Aquellos autónomos que no se den de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) puedan incurrir en sanciones, además de estar obligados a ingresar las cuotas que no ingresaron desde que empezaron su actividad. Esto garantiza cierta estabilidad en el sistema y hace que la sanidad en España sea una de las mejores del mundo. También tiene un impacto en el hecho que los españoles sean los más sanos en el planeta tierra, según el índice de la agencia de noticias Bloomberg. Además, tienen una esperanza de vida de 83,4 años que solamente superan los japoneses y suizos, países mucho más ricos que España. Y esto sabiendo que el estado español gasta solamente un 9% del PIB, menos que la media mundial y mucho menos que Alemania. En el país germánico se destina el 11% del PIB a la sanidad y en EEUU son del 17%, según datos del Banco Mundial. Y aunque los autónomos españoles se quejan con frecuencia sobre su situación, en proporción a su población, junto con Holanda, Italia es el país dentro de la UE con más autónomos. Está claro que esto tiene que ver con la situación del mercado laboral y el alto paro. Ser autónomo para muchos es una vida de escape del paro.
ESPAÑA, FRANCIA Y ALEMANIA SON LOS PAÍSES CON MÁS AUTÓNOMOS
CON UN POCO MÁS DE FLEXIBILIDAD LA FIGURA DEL AUTÓNOMO SERÍA IDEAL
Lo que sí es cierto es que los ingresos medios de los autónomos en España son más bajos que en otros países y por ello la cuota puede suponer, en el peor de los casos, el tercio de los ingresos mensuales. Es cierto también que hay mucha precariedad, pero esto es debido al mercado laboral español que no retribuye lo suficiente el buen trabajo y el talento y que funciona mucho con el sistema de “low cost”. “Pero la nueva ley de autónomos aprobada a finales de 2017 ha mejorado la situación, aunque quedan más cosas por hacer”, cree la contable Rosa Sánchez.
Aparte de extender la tarifa plana y hacerla más asequible a todos los autónomos, flexibilizó el pago de las cuotas. Desde su entrada en vigor, los autónomos pueden cambiar de base de cotización hasta cuatro veces al año; al darse de alta solo pagarán los días que cotizarán el primer mes (y no el mes entero) y al darse de baja solo pagarán la cuota proporcional de lo cotizado durante el mes de baja, en lugar del mes completo. Con un año de tarifa plana de 60 euros, el autónomo puede probar si le resulta rentable trabajar como independiente o buscar un trabajo con contrato laboral. Pasado ese tiempo, la cuota aumenta progresivamente:
-Del mes 13 al 18, aumenta hasta alcanzar el 50% de la cuota normal (141,65 euros en 2019).
-Del mes 19 al 24, aumenta hasta alcanzar el 30% de la cuota normal (198,31 euros en 2019).
Quién tiene que cambiar el chip ahora, eso sobre todo el que contrata autónomos. Hay que tener en cuenta su situación de riesgo y pagarle por ello tarifas por hora más altos que se pagaría a un empleado.