Resiliencia es la palabra que define a Christian Korwan (Alemania, 1971). Afincado en la isla canaria de Tenerife, este inversor y emprendedor en serie tiene por lema no abandonar nunca, a pesar de haber conocido tanto las luces como las sombras de lanzar un proyecto por cuenta propia. A sus espaldas carga la puesta en […]
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| 15 dic 2020
Resiliencia es la palabra que define a Christian Korwan (Alemania, 1971). Afincado en la isla canaria de Tenerife, este inversor y emprendedor en serie tiene por lema no abandonar nunca, a pesar de haber conocido tanto las luces como las sombras de lanzar un proyecto por cuenta propia. A sus espaldas carga la puesta en marcha de una veintena de iniciativas de lo más variadas. La quiebra de uno de ellos en el año 2002 supuso un punto de inflexión en su vida, ya que le sirvió para aprender a “gestionar sus negocios de manera más inteligente”. Con el objetivo de mostrar el lado oscuro y las dificultades que han tenido que atravesar algunos dirigentes antes de que su compañía fuera viable, ha decidido escribir Empezar de nuevo. Éxitos y fracasos de 12 emprendedores como tú, en el que recoge el testimonio de una docena de empresarios procedentes de diferentes países y sectores.
Ha aprovechado el confinamiento domiciliario de primavera para escribir este libro. ¿Qué le ha llevado a hacerlo?
Mi principal motivación fue ver lo mal que lo estaban pasando amigos míos, clientes y conocidos. Sus negocios dejaron de funcionar por las restricciones y no contaban con planes alternativos, se quedaron bloqueados sin saber qué hacer. Todo esto me recordaba a cuando quebré y lo mal que lo pasé.
“Algunas pasiones no son monetizables”
Muchos allegados siempre me han animado a reflejar en un libro los comentarios que hago a menudo a través de las redes sociales, entrevistas o vídeos en directo con el objetivo de ayudar a otras personas y emprendedores. Me di cuenta de que este era el momento ideal para aportar mi grano de arena. Además, tenía claro que en los meses de confinamiento no íbamos a tocar fondo. Lo peor aún está por llegar, así que el libro podría servir a más personas en un futuro.
El libro tiene por título: Empezar de nuevo. Éxitos y fracasos de 12 emprendedores como tú. ¿Qué puede encontrar el lector en él?
Confesiones que muestran lo que habitualmente no se enseña de la trayectoria de un empresario. Estamos acostumbrados a ver la cara amable del emprendimiento, el éxito y todo lo que le rodea (facturas e inversiones de seis cifras, lujo, triunfo o propiedades), pero en este caso se encontrará con la otra cara de la moneda, que también existe. Estas personas y yo contamos qué fracasos han precedido a nuestros éxitos y cómo nos hemos recuperado de situaciones realmente difíciles. En el libro se habla sin tapujos sobre cómo lo hemos pasado, no solo en esas situaciones poco fáciles, sino también a lo largo de nuestras vidas que, en algunos casos, las infancias y adolescencias duras han sido una fuerte motivación para querer salir de donde estaban y triunfar en la vida.
“Errar tiene que verse como un paso más en el camino hacia el éxito”
La pandemia ha forzado a muchos pequeños empresarios a echar la persiana de manera definitiva. ¿Cómo pueden reinventarse en tiempos de incertidumbre?
Lo principal es tener motivación para seguir adelante. En el caso de España, el cierre en el momento actual no es sinónimo de fracaso porque el Gobierno, con sus medidas tan restrictivas y la paralización de la economía, ha hecho todo lo posible para dificultar la actividad de muchos negocios. Por tanto, no se trata de no haber sabido gestionar una empresa. Si psicológicamente se encuentran bien, solo es cuestión de motivación.
Lo más importante ahora es anticiparse a las necesidades de las personas, escuchar a los potenciales clientes para saber qué necesitan o desean y, de ahí, detectar lo que más se demanda. Aprovechar la base de datos de los antiguos clientes será de gran ayuda para contactar, hablar con ellos e investigar.
Usted se arruinó hace casi dos décadas. ¿Qué hizo para levantarse?
En aquellos momentos no era consciente de lo que hacía, solamente actuaba porque tenía que salir adelante por mi hija pequeña, que no tenía culpa de mis errores. Antes de volver a emprender estuve un tiempo vendiendo seguros de vida y cogía cualquier empleo que mis conocimientos y habilidades me permitían desarrollar (todos tenemos potencial en algún ámbito específico). La motivación es esencial, cuando la tienes en la dosis necesaria, no te das por vencido. Da igual lo que sea, siempre hay algo que te impulsa y no importa que sea pequeño o simple, basta con que sea suficiente para uno mismo.
En España existe una tendencia a penalizar el fracaso en extremo. ¿Cómo se puede cambiar esta situación?
Puede revertirse desde los propios emprendedores. Tienen que aprender a quitar hierro al fracaso. No obstante, tampoco hay que normalizarlo ni frivolizar con ello porque no es un plato de buen gusto para nadie, pero no se puede hacer un drama más allá de lo que es.
Hay que aprender a ignorar a los que critican, porque los que lo hacen están en una posición inferior a la tuya y no han montado un negocio por su cuenta, o si lo han hecho y no han prosperado, no han tenido el valor suficiente para continuar adelante. Los que están por encima de ti buscan ser constructivos para ayudarte a mejorar. Es importante no regodearnos en los fallos que ha podido cometer un emprendedor para no estigmatizarlo. Errar tiene que verse como un paso más en el camino hacia el éxito.
Como emprendedor en serie, ¿qué consejo le daría a alguien que quiere lanzar su propio proyecto?
A todos aquellos que quieren emprender en el momento actual, lo primero que les recomendaría, antes de lanzarse de lleno en el proyecto, sería que validen si existe un mercado potencial (personas dispuestas a entregar su dinero) para eso que quieren vender. No vale con imaginar o pensar, se tiene que probar para tener la certeza de que esa idea puede llegar a tener éxito. Todo el mundo habla de que debes convertir tu pasión en un negocio, pero muchas veces (más de las que creemos) no encuentras clientes que paguen. Algunas pasiones no son monetizables, por eso hay que asegurarse de la iniciativa primero. También hay que valorar si es escalable, si vas a poder facturar cada vez más y rentabilizar también tu tiempo, ya que no sirve de nada ganar mucho dinero si no puedes disfrutar de la vida.
Pone el foco en el riesgo que supone no barajar diferentes escenarios cuando se lanza una iniciativa. ¿Por qué es tan importante contemplar hasta un ‘plan z’?
Arnold Schwarzenegger dijo en una ocasión que no era necesario contar con un ‘plan b’, porque si gastas tiempo y energía en alternativas, no te centras en el objetivo principal. Desde mi punto de vista, sí es necesario barajar diferentes escenarios y, cuantos más, mejor. Esto ayuda a manejar la incertidumbre al saber que cuentas con otras opciones si tu plan sale mal.
¿Qué frase le sirve de guía y le impulsa para seguir adelante?
Nunca abandones. No sabes cuándo será la definitiva para triunfar. Pero no tirar la toalla no solo se refiere a los negocios. Es no rendirse en general, perseguir lo que se busca alcanzar, cuál es la vida que deseo y cómo la quiero.