La irrupción de la inteligencia artificial (IA), a pesar de estar presente desde hace muchos años, ha calado hondo en la sociedad actual, al igual que en el ecosistema empresarial, conllevando un profundo debate sobre las virtudes y desventajas de utilizar esta herramienta como parte intrínseca de la actividad laboral. La Cámara de Comercio de […]
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| 22 sep 2023
La irrupción de la inteligencia artificial (IA), a pesar de estar presente desde hace muchos años, ha calado hondo en la sociedad actual, al igual que en el ecosistema empresarial, conllevando un profundo debate sobre las virtudes y desventajas de utilizar esta herramienta como parte intrínseca de la actividad laboral.
La Cámara de Comercio de Madrid (CAM), a través de la especialista en datos e IA, Virginia Peón, acerca al pequeño empresario al ecosistema de la inteligencia artificial generativa (IAG) para poder utilizarla en beneficio a su estrategia de negocio.
La experta comienza diferenciando entre la IA más comúnmente conocida y la IAG, capaz de generar contenido original propio a partir de datos existentes, con los que está entrenado el chatbot. En el caso de ChatGPT (chat, por ser capaz de mantener una conversación, 'G' de generar, 'P' de preentrenado y 'T' de transformar) tiene hasta 2021 la actualización de la información que contiene y a partir de la que es capaz de crear una respuesta inteligente.
Al estar pre-entrenado, es con ello con lo que hay que “jugar” para obtener unos resultados óptimos. La calidad de las respuestas será directamente proporcional a la calidad de las preguntas o cómo estas estén formuladas. Es decir, cuanto más concretos se sea, mejores resultados se obtendrán. Preguntas muy concretas para conseguir las mejores respuestas y, a raíz de ellas, elegir la que más cuadre con la esencia de la empresa.
Peón recomienda, además de realizar preguntas muy específicas, indicar el canal, el público al que se quiere dirigir (si es un directivo, un cliente, un post para redes sociales, etc.) para asignar un rol y conseguir el grado de especialización deseado en el tema que se quiere. Incluso especificar el perfil que ejerce la persona en concreto dentro de la organización para proporcionar el mensaje de la manera más acertada, más profesional o más cercano.
Es también muy útil para conseguir determinadas estrategias de negocio. Se puede indicar el tono deseado, incluso si lo que se busca es hacer un proceso de selección o prepararse para una entrevista de trabajo.
Cuanta más fluidez adquiera la conversación con el chatbot, alejándonos de frases sueltas que generará respuestas de una calidad inferior, más potente será el resultado final y más cerca del fin que el empresario o trabajador busque.
Es importante recordar siempre que ChatGPT es una herramienta “entrenada” y actualizada hasta 2021 por lo que, si el usuario desea obtener las fuentes citadas u otra información para dar veracidad a las respuestas obtenidas no siempre aporta una bibliografía real. Es lo que en IA se conoce comúnmente como “alucinar” o “alucinaciones”. Esta herramienta no siempre dice la verdad porque no tiene conocimiento de todo, por lo que responde por estadísticas, intentando acoplarlo a la pregunta realizada.
Es por este motivo, entre otros, por lo que siempre es recomendable revisar la información obtenida por ChatGPT y no caer en la tentación de cortar y pegar por si el mensaje es erróneo o diferente a lo que se quiere hacer o comunicar.
La privacidad es otra de las grandes polémicas de ChatGPT. El chatbot, al igual que ha aprendido de datos propiciados por internet también lo ha hecho de las conversaciones que lee. A raíz de esta controversia, la herramienta incorporó la opción de desactivar a través de sus ajustes, en “Data Controls”, que los datos sean compartidos con Open AI, la empresa creadora de ChatGPT. En caso de no desactivar la casilla, esa información se queda guardada durante 30 días.
Otra de las grandes polémicas generadas por la IA tiene que ver con los sesgos creados y la discriminación. Estas aprenden, como robots que son, de lo que se les enseña, algo que sigue a rajatabla también a la hora de generar imágenes. A la hora de solicitar la creación de una imagen concreta, en determinados sectores, es más común dar con una figura femenina y todo lo que ello acarrea.
Existe, además, el riesgo de que la respuesta obtenida no sea singular para la empresa, obteniendo un resultado más estándar. Es otro de los casos de por qué es tan importante preguntar de manera muy específica al chatbot, para hacer efectiva esa distinción.
Además, al ser una IA “entrenada” en habla inglesa, es caso de que el usuario maneje perfectamente el idioma resulta más efectivo formular las preguntas en inglés. No se debe olvidar que la versión gratuita, ChatGPT-3 está menos evolucionada y, por tanto, puede “alucinar” más. Si se necesita para una documentación formal o más precisa, es recomendable utilizar la versión de pago, ChatGPT Plus, por 20 dólares al mes.