El Grupo Kutxabank ha obtenido al final del tercer trimestre de 2018 un beneficio neto consolidado de 254,2 millones de euros, un 10,1% más que en el mismo periodo de 2017, con una aportación positiva de Cajasur de 20,3 millones de euros. Dicho resultado se ha logrado en un entorno macroeconómico favorable, en el que […]
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| 31 oct 2018
El Grupo Kutxabank ha obtenido al final del tercer trimestre de 2018 un beneficio neto consolidado de 254,2 millones de euros, un 10,1% más que en el mismo periodo de 2017, con una aportación positiva de Cajasur de 20,3 millones de euros.
Dicho resultado se ha logrado en un entorno macroeconómico favorable, en el que se perciben síntomas de desaceleración, y en un contexto de lenta estabilización de los tipos de interés, que continúan en negativo. Además, diversos aspectos geopolíticos han motivado un repunte de la volatilidad de los mercados y una caída de las valoraciones de los recursos fuera de balance.
En este contexto, Kutxabank ha alcanzado los objetivos marcados para los primeros nueve meses del año, de nuevo gracias al buen comportamiento del negocio con clientes.
Récord en hipotecas y préstamos al consumo
La contratación de nuevos préstamos hipotecarios ha vuelto a situarse en máximos, con una evolución positiva constante en los últimos cuatro años, por encima de la media del mercado en casi todos los territorios en los que el Banco mantiene actividad.
La financiación destinada por el Grupo a la adquisición de viviendas ha crecido un 21,6%, al haberse formalizado durante los primeros nueve meses del año más de 14.500 nuevos contratos. A este crecimiento ha contribuido la buena evolución de las redes de Expansión y de Andalucía.
Con todo, Kutxabank ha reforzado el liderazgo histórico que mantiene en Euskadi, donde la cuota de mercado ha vuelto a crecer hasta situarse en el 37,7%, y en el 38,4% en Córdoba.
La financiación formalizada al final del tercer trimestre por Kutxabank Kredit ha experimentado un crecimiento del 20,9% con respecto al mismo periodo en 2017, y ha alcanzado los 358 millones de euros. Así, el saldo vivo de este tipo de préstamos se ha situado claramente en niveles pre-crisis, al superarse la barrera de los 1.000 millones de euros. Este crecimiento se logra desde una óptica responsable en la concesión del crédito personal, lo que se evidencia en una tasa de morosidad de esta cartera inferior al 1%, muy por debajo de la media del sector.
Esta evolución se ha visto favorecida por la intensa agenda digital que mantiene la entidad, que ha lanzado nuevas soluciones tecnológicas enfocadas a facilitar el uso de la banca a distancia.