Endesa logró en 2017 el beneficio neto de 1.463 millones de euros, un 4 por ciento más de lo previsto por la empresa de 1.400 y pese al fuerte descenso del margen del negocio de comercialización de electricidad en el mercado libre, que experimentó un retroceso del 18%.
Los ingresos repuntaron el 6,8 %, hasta los 19.556 millones de euros, y el resultado de explotación sumó 2.060 millones, con una mejora interanual del 4,3%. El resultado financiero arrojó un saldo negativo de 145 millones de euros, inferior en el 29,6 % al registrado en el ejercicio anterior (206 millones). El aumento en los consumos de combustibles (38,9 %) se debió a la mayor producción térmica del periodo, por la menor disponibilidad de la generación hidráulica, y el mayor precio en los combustibles, junto con el consecuente incremento en el impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica. El resultado financiero arrojó un saldo negativo de 145 millones de euros, inferior en el 29,6 % al registrado en el ejercicio anterior (206 millones), según Endensa. En un comunicado, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha subrayado que la compañía logró unos resultados mejores de lo previsto a pesar del «complicado escenario» del primer semestre, con un alza extraordinaria de los precios mayoristas. «La consolidación en Endesa de Enel Green Power España, la contribución del negocio regulado, así como los distintos planes de eficiencia en costes que se pusieron en marcha durante los últimos 3 años han sido claves para el éxito de 2017″, según Bogas. En 2017, las ventas de electricidad en el mercado regulado bajaron el 6%, hasta los 12.919 gigavatios hora (GWh) y subieron el 5 % en el liberalizado, hasta los 83.594 GWh. La producción de Endesa creció el 13 % (78.648 Gwh) por la escasa disponibilidad de energía hidráulica, que ha conducido a la necesidad de incrementar la producción de las centrales térmicas.
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