Majors tiene claro que los inversores deben dejar a un lado las consecuencias del Brexit, y tener claro que en el mercado de bonos hay problemas estructurales más profundos: la demografía, la explosión de la deuda a nivel mundial y la disparidad de riqueza entre ricos y pobres. Todo en un entorno de tipos en negativo que ha dejado las rentabilidades de los bonos de los países desarrollados tiritando bajo mínimos.
A juicio del experto, este explosivo cóctel seguirá impidiendo el empujón definitivo para consolidar el crecimiento global, con un exceso de endeudamiento que ha fulminado el poder adquisitivo de los ciudadanos. Una espiral en la que, sin más consumo, será imposible estimular ese crecimiento.
Sin duda las inyecciones de dinero han ayudad, aunque no como se esperaba, algunas economías. Pero como recuerdan los expertos, solo a costa de aumentar de forma notable el endeudamiento de los países, por lo que en caso de una crisis futura o una ralentización, ¿qué medidas podrán adoptar los Bancos Centrales si ya lo han intentado todo?
Los economistas coinciden que los futuros crecimientos de los países no podrán ser tan elevados como lo eran antes, por lo que amortizar deuda será cada vez más complicado. En este sentido, los expertos insisten en que "a pesar de que durante los próximos tres o cinco años nos acompañe un ciclo expansivo, da la sensación que durante esta crisis, hemos deteriorado los cimientos económicos sobre los que nos situamos", corriendo el peligro de estar peor preparados que antes para futuras crisis
En un reciente informe de previsiones, Deutsche AWM recordaba cómo en total, la cifra de la deuda registrada por estados, sus empresas y sus hogares ha aumentado un 49,4% entre finales de 2007 y finales de 2014 (en términos de dólar), basándose en datos de 21 mercados emergentes, los países de la Zona Euro y de otras 12 economías desarrolladas recopilados por el Banco de Pagos Internacionales (BPI)
Sin embargo, dado que el Producto Interno Bruto (PIB) de estas economías aumentó aproximadamente un 31,5% en el mismo período, conviene poner la cifra en perspectiva. Tal y como indica el experto, en las economías avanzadas la deuda aumentó en un 28,9% entre finales de 2007 y finales de 2014, y el PIB nominal un 13,5%. Sin embargo, en las economías de mercados emergentes, la cifra se disparó un 200,1% durante el mismo período y el PIB nominal en un 92,5%.
La primera reflexión es lógica. "Mientras que la deuda de los desarrollados ha aumentado solo un poco más que su producción económica, la de los mercados emergentes se ha incrementado mucho más rápido que el PIB nominal de estas economías".
hemeroteca