"Por supuesto". Fue la respuesta de Cayo Lara, el histórico dirigente de la ya casi extinta Izquierda Unida (IU) cuando se le preguntó si tendería la mano su formación a una alianza de izquierdas. Fue el primero en tirar la piedra, y para nada escondió la mano. Lara tendió la mano a todas las fuerzas de izquierdas, incluido Podemos, para forjar una gran alianza de todas las fuerzas de izquierdas que frene cualquier atisbo de posibilidad de que el Partido Popular gane las elecciones generales.
Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Y Lara, un gran conocedor en cuanto a coaliciones se refiere, ha aplaudido el auge de las candidaturas populares, ya que IU ha estado presente en muchas de ellas, y han funcionado mejor que el propio partido.
Su súbdito, Alberto Garzón, ya lleva meses tendiendo la mano a Pablo Iglesias, líder de Podemos, para forjar una alianza de izquerdas. "La calle no entendería que IU y Podemos no se unieran", ha gritado Garzón en varias ocasiones a los cuatro vientos. Sería una fusión de izquierdas ‘pura y dura’, la izquierda de las izquierdas. No la tendencia de centro-izquierda que propone ahora el PSOE.
Pablo Iglesias y la líder de la antigua Guanyem, Ada Colau, ya pactaron en diciembre con el objetivo de ganar las elecciones municipales en Barcelona como primer paso de la ‘revolución democrática’ que propugnan las formaciones que representan. Así, Guanyem pactó con ICV-Esquerra Unida, Podemos, Procés Constituent y Equo para formar Barcelona en Comú. Ese fue el primer de los grandes éxitos de Podemos. El segundo viene de la mano de la ex jueza Manuela Carmena, que ha aceptado liderar ‘el partido del cambio’ en Madrid, bajo la formación Ahora Madrid. Las dos capitales de España, Madrid y Barcelona, ya están a las órdenes de los movimientos populares.
Barcelona en Comú, Ahora Madrid, Ganemos, Somos Oviedo, Sí se puede, Participa, Marea Atlántica, Sumando… Se cuentan por decenas las marcas blancas afines a Podemos que han surgido bajo el paraguas del 15M.
Después de IU, el siguiente partido en acercarse a Podemos ha sido el PSOE. Aunque el partido de Pedro Sánchez quiere seguir alimentando su imagen de partido ‘de mayorías’, cada vez más voces apuntan a que Sánchez ya le ha ofrecido a Iglesias un momento para hablar. Pero Iglesias lo tiene claro: El dirigente de Podemos aprovechó un acto celebrado en Toledo con motivo del Día de Castilla-La Mancha para lanzar un mensaje a Sánchez. Iglesias ha señalado que no tienen "ni una sola duda respecto a que queremos frenar al PP y sacarles de las instituciones, pero quien quiera entenderse con nosotros, Pedro, tiene que dar un giro".
En eso, Iglesias se parece a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. Nadie tendrá fácil utilizar a estos ‘partidos bisagra’ para derrocar al partido rival. Ni PP se podrá servir de Podemos y Ciudadanos para derrocar al PSOE, ni viceversa.
Pero lo que ya todos saben, tanto dirigentes empresariales, como inversores, como los propios ciudadanos, es que el 24M ha marcado un antes y un después en el mapa político español. Podemos ha dejado de ser el partido clave para la formación de Gobierno, al ‘alma máter‘ de una posible macroformación de izquierdas que desbanque al PP en las generales.
hemeroteca