La compañía ha empezado a desactivar los iPhones que han sido llevados a reparar en talleres no oficiales de la marca Apple, mediante lo que ya se conoce como el ‘Error 53’, código que aparece cuando desactivan un dispositivo.
Aunque parezca mentira, así es. Sin previo aviso la compañía lleva desde 2014 desactivando de forma permanente aquellos iPhones a los que se les ha reemplazado el botón de inicio durante el proceso de sustitución o arreglo de la pantalla.
Tal y como ha informado Bloomberg, si se nos cae el iPhone al suelo y se nos dañaba la pantalla, más nos vale no llevarlo a reparar a cualquier taller, por muy de confianza que sea. Si durante la reparación de la pantalla dañada de nuestro dispositivo sustituyen el botón que en los nuevos modelos reconoce la huella de nuestros dedos para desbloquear el teléfono, Apple se encarga de desactivar el móvil de manera indefinida.
Existen casos de gente que ha llevado su móvil dañado a reparar a una tienda de Apple oficial y a estas personas el dispositivo les ha seguido funcionando con total normalidad, por lo que no se trata de un error intrínseco de los móviles.
El sorprendente mensaje "el teléfono es tuyo hasta que decides arreglarlo. Luego es de Apple", que envía la compañía para desactivarte el teléfono, no deja lugar a duda. Si decides arreglar tu iPhone en un taller no vinculado con Apple puedes despedirte de él.
Desde la compañía aseguran que solo tratan de mantener seguros los iPhones. Sobre el ‘Error 53’ han asegurado que su finalidad no es otra que garantizar la inaccesibilidad a los sensores de huellas digitales de los teléfonos, aquellos que se encuentran en el botón de inicio o desbloqueo. Desde Apple insisten en que si permitimos que manipulen este sensor pueden acceder a nuestros datos con total libertad.
Aunque puede parecer un argumento razonable, lo importante es que sea por el motivo que sea, la empresa fabricante de los tan conocidos iPhones se ha visto envuelta en complicaciones legales y de confianza del consumidor que podrían traer consigo malos resultados económicos.
Como si de una empresa automovilística que fabrica sus propias piezas para sus vehículos se tratase, Apple patentó en 2009 sus propios tornillos, primero usados en los MacBooks y posteriormente en los iPhones. De esta manera impedía que los talleres ajenos a la empresa realizaran arreglos o pudieran modificar sus sistemas Aunque no tardaron en aparecer destornilladores compatibles fabricados por los propios talleres no pertenecientes a Apple.
A raíz de varias quejas por casos relacionados con el ‘Error 53’ y debido a que sobre ejemplos parecidos en Estados Unidos pero en el ámbito automovilístico ya existe una legislación, varios son los estados que están analizando leyes que exigirían a las empresas de tecnología compartir datos sobre reparaciones y vender piezas a precios justos.
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