Escocia pondría así en práctica esta nueva medida tras la introducción de nuevas normas de la Unión Europea, las cuales permiten a los estados miembros decidir por cuenta propia si desean o no el cultivo de transgénicos. Sin embargo, la medida no será aplicada al resto del Reino Unido.
Mejorar y proteger Escocia
"Escocia es conocida en todo el mundo por nuestro hermoso entorno natural. La prohibición de los cultivos modificados genéticamente la protegerá y mejorará aún más", dijo Lochhead en un comunicado.
Para Lochhead, no hay una evidencia importante de demanda de productos modificados genéticamente por parte de los consumidores escoceses, por lo que le preocupa permitir que cultivos transgénicos dañen una marca de Escocia que califica de "limpia y verde", por simples juegos de azar.
Reacciones de los agricultores
Las primeras reacciones de los agricultores escoceses no han sido positivas, pues creen que su sector verá perjudicado y también la competitividad de sus productos. El presidente de la Unión Nacional de Agricultores de Escocia (NFUs, por sus siglas en inglés), Allan Bowie, calificó la nueva medida como "muy decepcionante".
"Pensamos que posiblemente habían empezado a comprender los beneficios potenciales los transgénicos. La esperanza era tener una discusión abierta y permitir que la ciencia muestre los pros y los contras de todos nosotros para entender cualquiera de los posibles beneficios o desventajas potenciales. Lo que tenemos ahora es que nuestros competidores no obtendrán ningún beneficio y además, tenemos que tratar de competir contra eso", recalcó Bowie.
Propuesta de la oposición
Por otro lado, los políticos de los partidos de la oposición pidieron al SNP que realicen una investigación sobre los productos transgénicos fuera de Escocia antes de tomar una decisión.
En la actualidad, la Unión Europea importa grandes cantidades de productos transgénicos desde el extranjero, sobre todo de soja, algodón y maíz de Estados Unidos.
Apoyo de los Verdes
Los que sí han dado el visto bueno a la operación son los miembros del partido de los Verdes en Escocia. En concreto, Alison Johnstone, representante de los MSP, quien dijo que "la opción de los cultivos modificados genéticamente es la decisión correcta para Escocia".
Para Johnstone, la producción de cultivos modificados genéticamente "perjudicaría nuestro ambiente y nuestra reputación de cultivar alimentos de alta calidad".
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