A menudo, se argumenta que España tiene los impuestos sobre la renta más altos de la Unión Europea (UE). Sin embargo, según datos de la Comisión Europea, el tipo máximo de IRPF en nuestro país es el decimoquinto más alto de los 28 tras haberse reducido de un 52% a un 45% en 2017, al mismo nivel que Reino Unido. Antes de la reforma fiscal acometida por el Gobierno en 2016, el organismo estadístico comunitario Eurostat señalaba que el tipo máximo del IRPF español era el cuarto más alto de la eurozona, aunque también destacaba que España se encontraba en la decimoquinta posición por recaudación fiscal a pesar de su elevada fiscalidad. El nuevo tipo del IRPF sitúa a España por encima de la media de la UE, pero por detrás de otras economías similares. Así, Suecia tiene el tipo más alto, con un 57,1%, seguido de Portugal (56,5%), Dinamarca (55,8%), Bélgica (53,7%), Holanda (52%), Finlandia (51,6%), Francia (50,2%), Eslovenia y Austria (ambas con un 50%), Italia (48,8%), Irlanda y Grecia (48%), Alemania (47,5%) y Croacia (47,2). Todos estos países tienen tipos de IRPF superiores al de España, que en cambio supera a Luxemburgo (43,6%), Chipre y Malta (35%), Polonia (32%), Eslovaquia (25%), Letonia (23%), Estonia (20%), Rumanía (16%), República Checa, Lituania y Hungría (15%) y, cerrando la clasificación, aparece Bulgaria con un 10%. Sin embargo, estas estadísticas no expresan realmente cuánto de sus ingresos deben destinar a pago de impuestos los trabajadores españoles respecto a sus homólogos europeos. Para aclarar esta cuestión, un estudio del Institut Économique Molinari y la consultora EY establece un ránking europeo que mide qué porcentaje del salario de 2017 destina cada trabajador al pago de contribuciones a la Seguridad Social, al IRPF y al IVA. Según esta clasificación, en España el 43% de los ingresos anuales se emplean en el pago de impuestos, lo que sitúa la carga fiscal sobre ingresos dos puntos porcentuales por debajo de la media de la UE. La clasificación la lideran Francia y Bélgica, con un 57%, seguidos de Alemania, Grecia e Italia con un 52%. Más infografías en Statista Mientras, la carga fiscal de Rumanía (47%) aparece por encima de la media comunitaria, mientras que la de Portugal (44%) está una décima por debajo de esa cota y exactamente a esa misma distancia por encima del porcentaje de España. Por debajo de la cifra de nuestro país, destacan los porcentajes de Luxemburgo (41%), Reino Unido (35%), Irlanda (32%) y Malta (23%). Además, el estudio señala que España también está a la cola de la UE por el coste que supone a la empresa retribuir a su trabajador, concretamente en el puesto 21 de 28, con un coste de 1,64 euros por cada euro neto que se le pague al empleado, muy lejos de los 2,20 euros de Francia, que lidera la clasificación. Sin embargo, el estudio del Institut Économique Molinari coloca a España en la posición decimotercera por coste total del empleado y en decimosegundo lugar por carga fiscal neta y por salario neto real, siendo en ambos casos superado por economías de menor tamaño como las escandinavas.
hemeroteca