Tras la ruptura de negociaciones con Bruselas y la clausura del Eurogrupo sin llegar a ningún acuerdo, el Banco Central Europeo se ha reunido de urgencia para evitar que se produzca un ‘corralito‘ a la griega. De momento, la autoridad monetaria europea no tiene claro que, ante la salida de depósitos que sufre el país, las entidades financieras puedan abrir el lunes.
Según Reuters, la autoridad monetaria europea no tiene claro que, ante la salida de depósitos que sufre el país, las entidades financieras puedan abrir el lunes. Entre el lunes y el miércoles, los ahorradores helenos habrían sacado 2.000 millones de euros de los bancos; la semana pasada, el ritmo de "salidas" había sido de entre 200 y 300 millones diarios. Los últimos datos publicados por el banco central griego, señalan que desde octubre a abril, la "sangría" ha sido de 30.000 millones de euros.
Algo parecido, pero a mucha menor escala, podría ser lo que ocurre en España. Según los datos de la balanza de pagos del Banco de España, los inversores sacaron de España cerca de 19.400 millones de euros en marzo, frente a los 900 millones que inyectaron en el mismo mes de 2014 y a los 800 millones que sacaron un mes antes. En el acumulado del primer trimestre, los inversores han sacado de España 14.900 millones de euros, frente a los 14.500 millones de euros que sacaron en el mismo periodo de 2014 y que la posición deudora neta del Banco de España frente al exterior se amplió en marzo de 2015 hasta algo menos de 16.600 millones de euros.
Una vez conocidos estas cifras, que no son precisamente alentadoras, los expertos se han lanzado a opinar al respecto lo que ha hecho que surjan diferentes posibles causantes de esta fuga. Por un lado, muchos se lanzan a vaticinar que la irrupción de partidos políticos de izquierda como Podemos, ha causado temor entre los inversores internacionales, que han retirado sus fondos por miedo a que se produzca un ‘efecto dominó’ y la situación de Grecia se viva también en España. De hecho, recuerda el Bank of America-Merryil Linch en su informe sobre España: "El principal riesgo de España es Político y se llama Podemos", y añade además que, "el sistema electoral, el voto oculto y otras posibles sorpresas políticas apuntan a un escenario político fragmentado en el que será difícil que un gobierno fuerte aplique las reformas estructurales que aún están pendientes".
Mientras tanto, hay otros profesionales que destacan que el problema que está sufriendo España en este sentido es muy diferente al griego, ya que está disminución de la inversión en nuestro país se debe más a la salida de compañías o empresas que a la ‘huida’ de inversores. De hecho, se sigue viendo una cierta ‘alegría’ a nivel internacional a la hora de invertir en España.
¿Y en la deuda?
Otra de las materias donde se está barajando que se pueda producir un efecto dominó entre Grecia y España es en la restructuración de la deuda. Mientras Grecia está en un callejón sin salida, en nuestro país la formación liderada por Pablo Iglesias ha declarado que si ganan las elecciones del próximo otoño, tomarán el mismo camino que Atenas e intentarán negociar la devolución de hasta el último euro que se debe a las instituciones financieras.
El Gobierno de Tsipras continúa en su búsqueda desesperada de conseguir el pacto, sin dar ceder en las pretensiones, para que el default no llegue. A principios de mes el presidente heleno comunicó al FMI que iba a reagrupar los pagos de junio a finales de mes. En total son cuatro que ascienden a 1.600 millones, pero a parte de esto, tienen que pagar otros 4.400 millones que tienen que afrontar con unas arcas que se han quedado vacías tras pagar 2.600 pensiones.
Pese a esto, el programa que el partido de Pablo Iglesias presentó para las Europeas apostaba por "declarar el impago" de las partes de la deuda pública y privada que tras una auditoría se determinaran "ilegítimas". Tan sólo unos meses después, la formación política ha suavizado su propuesta y, aunque esa idea se mantiene, señalan que el verdadero objetivo es recordaran la deuda para recuperar un nivel de endeudamiento sostenible. Y, aunque la economista Bibiana Medialdea apuntaba a que "el objetivo no es no pagar la deuda", una de las cinco resoluciones del congreso abierto que Podemos celebró a finales de 2014 indica que el partido va a "intentar promover en Europa y, especialmente, en el marco de los países periféricos, un proceso de reestructuración ordenada de deuda".
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