Las dos costas de la península atraen visitantes en busca de experiencias contrastantes. Del lado del Océano Pacífico, se avistan ballenas, hay ciudades cosmopolitas, viñedos, campos de golf extraordinarios, así como unas de las mejores cocinas del país; del lado del Mar de Cortés hay vida marina fantástica, oasis, ciudades encantadoras y misiones jesuitas.
En medio, está el desierto y sus cactus, únicos en el mundo. Tijuana, Valle de Guadalupe, Ensenada, Isla todos los Santos, Los Cabos y La Paz son los destinos que integran esta ruta.
Ruta del vino en el Valle de Guadalupe
México es famoso por su tequila, pero el Valle de Guadalupe le está dando un lugar importante entre los amantes de la buena mesa. Los vinos de esta región se están ganando premios mundiales. Una visita a este Valle no sólo brinda la oportunidad de descubrir las sabrosas variedades mexicanas, sino también de probar restaurantes de fama mundial, y de hospedarse en pequeños y adorables hoteles que parecen hechos a la medida.
El fabuloso clima mediterráneo del Valle de Guadalupe lo hizo ideal para el cultivo de la vid y sería un pecado no probar alguno de los vinos que se producen en él, sin duda los mejores del país. Muchas de las casas productoras ofrecen degustaciones a los que quieran jugar a ser expertos sommeliers y la vista de los campos tapizados de verde por los viñedos es el complemento perfecto. La variedad es extensa: desde esa botella que llevaste de regalo a la cena hasta vinos de autor de producción limitada.
Ruta del vino en Los Cabos
Formado por dos pueblos: San José del Cabo y Cabo San Lucas, es una franja de tierra en el extremo sur de la península de Baja California. El viajero encontrará un paisaje configurado no sólo por el contraste delicioso entre el desierto y la playa, sino también por hoteles de lujo, campos de golf y los spas más exclusivos de México.
En temporada, este es un magnífico lugar para mirar ballenas y de más fauna marina, y siempre es un punto de partida para visitar el arco natural de piedra en el finisterre. Un destino de lujo dejaría de serlo si su gastronomía no estuviera a la altura. En el caso de Los Cabos eso va más lejos, pues uno podría viajar hasta allá sólo por el placer de disfrutar la calidad culinaria de la ciudad. Algunos de los mejores chefs del mundo ya hicieron de Los Cabos su hogar y la oferta de la comida es amplísima: italiana, china, tailandesa, japonesa, española, francesa y, por supuesto, mexicana, en la que toda clase de pescados y mariscos no podrían ser más frescos.
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