Estados Unidos impone estrictas medidas para el ‘fracking’

El ‘fracking’ consiste en la inyección de líquidos a alta presión en el interior del subsuelo para perforar las rocas y extraer petróleo o gas. Con la nueva normativa, las empresas a partir de ahora tendrán que dar información detallada a la Oficina de Manejo de la Tierra (BLM) sobre la construcción de pozos, el lugar exacto donde se hará el mismo y la profundidad de la perforación. Además tendrán que revelar los químicos, sales y ácidos usados junto al agua y el volumen estimado de los mismos para el bombeo subterráneo. También todo lo referente a la eliminación de aguas residuales como el mantenimiento de tanques y estanques artificiales donde se almacenan los desechos líquidos.

Las nuevas normas sólo se aplicarán a los pozos de petróleo y gas que operan en tierras federales, un cuarto del territorio total del país. En total cerca de 100.000 pozos o perforaciones se verán afectados. De ellos, un 90% utiliza alguna técnica de ‘fracking’. Según datos del departamento de Interior, las medidas afectarán a solo el 11 % de la perforación de gas y el 5% de la extracción de petróleo en Estados Unidos.

Según la Oficina de Administración de Tierras, las nuevas normas federales para la ‘fracturación hidráulica’ se toman debido a las las crecientes preocupaciones ambientales y sobre la salud. "Hay mucho miedo y preocupación sobre todo por la seguridad de las aguas subterráneas y el impacto de estas operaciones", decía la secretaria de Interior Sally Jewell. "Creemos que estas normas son esenciales. Harán avanzar a la nación mientras que aseguramos un desarrollo responsable y protegemos los recursos naturales contenidos en terrenos públicos", añadía Jewell.

Reacciones a las medidas

El reglamento sobre las nuevas directrices para el ‘fracking’, en el que se llevaba trabajando desde el año 2012, ha provocado críticas por parte de empresas petroleras y de gas natural que creen que la regulación la debería llevar a cabo cada uno de los estados de forma independiente. De hecho algunos estados ya regulaban la práctica del ‘fracking’ con normas propias. Otros lo hacían a través de la normativa del gobierno central que no se había visto modificada en los últimos 30 años.

La ‘Asociación Independiente del Petróleo de América’ (IPAA) y ‘Western Energy Alliance’ presentaban de inmediato enmiendas para intentar bloquear la nueva normativa de la Administración Obama. Afirman que "el gobierno se basa en preocupaciones infundadas que carecen de toda base científica". Y consideran que podría afectar al crecimiento económico del país.

"El ‘fracking’ se ha llevado a cabo de forma segura y responsable en Estados Unidos durante más de sesenta años," decía Barry Russell, presidente de IPAA. Y continuaba: "esta normativa agregará nuevos costos a nuestros productores independientes e irá en contra de invertir para el desarrollo de una nueva energía de fabricación estadounidense, la creación de empleo y el crecimiento económico."

Por su parte, los ecologistas también se oponen a las nuevas medidas sobre la ‘fracturación hidráulica’. Sostienen que las nuevas reglas son demasiado débiles. Para ellos el gobierno se ha quedado corto y debería prohibir totalmente el ‘fracking’ para evitar cualquier tipo de daño medioambiental y de salud pública.

Beneficios y perjuicios del ‘fracking’ en Estados Unidos

Esta técnica de extracción ha aumentado considerablemente la producción de petróleo y gas en Estados Unidos. De hecho la semana pasada conocíamos que las reservas de petróleo en el país batían récords no vistos desde la década de 1930. En una semana aumentaban en 10 millones los barriles de petróleo, situándose en los 458,5 millones. Cifras que también hacen que baje el precio del crudo a nivel mundial. El gas, por su parte, ha aumentado aún más. Esto ha hecho que Estados Unidos ahorre más de 100.000 millones de dólares al no tener que comprar estos recursos naturales a mercados extranjeros.

Pero no todo son beneficios. Está comprobado, según diferentes estudios, que la alta presión del agua y los productos químicos sobre la roca sólida a gran profundidad pueden causar terremotos.

Según la investigación publicada por el ‘Bulletin of the Seismological Society of America’ (BSSA) el pasado mes de enero, en Ohio durante el año 2014 se produjeron 77 seísmos relacionados directamente con este método de exacción de hidrocarburos llevado a cabo por la empresa ‘Hilcorp Energy’. Uno de estos terremotos, de magnitud 3 en la escala de Richter, lo notó la población de Poland, situada a escasos kilómetros de la extracción.

Otro informe de 2012 encontró que ciertos gases se escapaban al aire en el proceso de perforación de una planta de ‘fracking’ en Colorado, planteando riesgos para la salud de la población.

Además, en 2013 en Pennsylvania tres plantas de tratamiento de los residuos líquidos procedentes del ‘fracking’ fueron multadas por las filtraciones de sus tanques de almacenamiento y por el vertido de desechos en el río Allegheny.

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