La renta fija ha recobrado atractivo a raíz de las subidas de tipos aprobadas por los bancos centrales. Sin embargo, en 2022 firmó el peor año de su historia y los inversores se muestran cautos y selectivos con este tipo de activo. Para los analistas, representa una buena oportunidad, especialmente en determinadas áreas del mercado. A pesar de eso, recomiendan ser selectivos tanto en duración como en clase de activos.
Las oportunidades en renta fija
Los expertos del mercado coinciden en señalar que, si nos encontramos en el punto de «tipos máximos» y se avecinan recortes en el año que tenemos por delante, este es normalmente un punto de entrada atractivo. “En la actualidad, los bonos con grado de inversión (deuda de empresas muy solventes) parecen ofrecer más valor que los bonos de alto rendimiento (deuda de empresas menos solventes). Además, la renta fija de los mercados emergentes, que suele considerarse más arriesgada, presenta actualmente un riesgo más bajo de lo habitual”, asegura Álvaro Antón Luna, Country Head de abrdn para Iberia.
Dentro del grado de inversión, Antón Luna señala al sector bancario como el más atractivo de todos para entrar dentro de este mercado. Para el experto, los bancos que cuentan con sólidos colchones de capital, unos balances de gran liquidez, activos de calidad y una fuerte rentabilidad parecen una buena elección. “A pesar de la crisis del coste de la vida, la morosidad de los préstamos ha sido baja, con el único repunte de las tarjetas de crédito, pero aún está muy por debajo de los niveles de 2008. El sector inmobiliario con grado de inversión, que ha sido poco apreciado, también parece tener una valoración atractiva”, sostiene.
Una visión muy similar a la que tiene Elisa Belgacem, estratega senior de crédito en Generali Asset Management, quien asegura que los inversores encontrarán mejores puntos de entrada más adelante este año, “lo que respalda nuestra prudente opinión sobre los HY. Seguimos siendo más positivos en IG, nos gusta el carry sobre los bonos del Estado, ya que creemos que los fundamentos van a ser más resistentes”, añade.
Los bonos soberanos
Capítulo aparte merecen los bonos soberanos, ya que varía mucho en cada país. En el caso de los mercados desarrollados, según la propia gestora Schroders, se da una interesante oportunidad de entrada. En su último análisis aseguran que los bonos soberanos parecen estar baratos en comparación con sus precios históricos y con otras clases de activos, incluida la renta variable. De hecho, los bonos del Tesoro estadounidense han vuelto a los niveles anteriores a la crisis financiera mundial. Además, por primera vez en muchos años, los cupones más altos ofrecen una auténtica alternativa a otras clases de activos generadores de ingresos, incluida la renta variable.
Aparte de esta interesante apreciación, subrayan lo siguiente: “los bonos soberanos ya suponen una seria competencia para el efectivo. Pero si tenemos en cuenta la ventaja adicional que supone la posible caída de los rendimientos (en el sentido de que cuando invertimos en bonos es posible obtener rendimientos más altos que los indicados por su rendimiento actual hasta el vencimiento), los argumentos a favor de los bonos soberanos resultan aún más convincentes”.
En conclusión, la renta fija parece haber recuperado su atractivo tras las alzas de tipos bancarios, aunque el 2022 marcó su peor año. Los analistas ven oportunidades, sugiriendo cautela selectiva en duración y activos. Los bonos de grado de inversión y sectores como bancos e inmobiliarias muestran potencial. Los bonos soberanos, especialmente en mercados desarrollados, ofrecen precios atractivos y competencia frente al efectivo, respaldados por rendimientos potenciales superiores a los actuales.
2024-01-09 12:07:41