¿Cuál es el escenario que se puede presentar para los principales mercados europeos? Frente a esta pregunta, lo primero de todo es establecer una composición de lugar sobre las expectativas que hay de cara al próximo ejercicio.
Para empezar, la tasa de crecimiento interanual del PIB prevista para 2019 será del 1,8% para la zona euro y del 1,9% para la UE. Se trata de tasas bajas en comparación con las series históricas, pero siguen por encima del nivel de crecimiento potencial (1,5%). Las estimaciones de inflación para 2019 superarían ligeramente el 1,8% para el IPC interanual, subiendo la inflación subyacente del 1,1% al 1,4% por efecto de las alzas salariales.
Estas previsiones reflejan niveles y tendencias razonables que garantizarían la normalización gradual de la política monetaria del BCE.
Desde Andbank, sin ir más lejos, prevén que el tipo de interés de los depósitos comience a retornar al nivel del 0% durante 2019, con una primera subida en torno al mes de septiembre. El programa de expansión cuantitativa vence en diciembre de 2018, pese a lo cual las reinversiones en 2019 podrían rondar los 185.000 millones de EUR, equivalentes a 17.000 millones de EUR mensuales, lo que permitiría una retirada gradual del respaldo monetario.
Desde la entidad de banca privada señalan que no puede descartarse por completo un tercer paquete de TLTRO (operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico), aunque «resultaría polémico si se interpretase como señal de que la monetaria adopta un sesgo expansivo».
Deuda soberana y corporativa
La creciente oferta, unida a la menor demanda por parte del BCE y a las nuevas medidas encaminadas a una normalización de los tipos de interés a corto plazo nos llevan a adoptar una postura negativa respecto a la deuda soberana. Los valores de deuda de los países periféricos son los que más se han beneficiado de la expansión cuantitativa, y la mayoría de las buenas noticias procedentes de España y Portugal quedan ya en el pasado.
Los bonos italianos (BTP) merecen una mención especial. Con niveles de valoración poco exigentes en términos relativos, siguen dependiendo considerablemente de factores de índole política. Los bancos no serán esta vez de ayuda, puesto que ya poseen un elevado volumen de BTP. Cabe esperar bandas de fluctuación amplias, es decir, elevada volatilidad. Desde consideraciones fundamentales, los diferenciales deberían contraerse en 2019 hacia los 250 pb. Por lo que respecta al mercado de deuda corporativa, las actividades del programa de compra de estos activos por el BCE (CSPP) se limitarán a la reinversión de los menos de 6.000 millones de EUR de bonos corporativos que vencen en 2019. Como nota positiva, las empresas no financieras reducirán su volumen neto de emisión a 60.000 millones de EUR (respecto a la cifra de 2018).
Las perspectivas del sector financiero parecen más endebles, ya que afrontará un alza sustancial en la emisión neta de deuda (de 65.000 millones de EUR pasará a 145.000 millones de EUR) a fin de cumplir los nuevos requisitos mínimos de fondos propios y pasivos admisibles. Las pruebas de estrés financiero de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) reflejaron «mayor resistencia que hace dos años de los bancos participantes ante perturbaciones macroeconómicas». Como aspecto negativo, los bancos británicos reflejaron un fuerte impacto potencial en sus ratios de capital ordinario de Nivel 1 por razón del Brexit. Nos reafirmamos en nuestra actitud defensiva y mantenemos la cautela respecto a los valores de los países periféricos y del Reino Unido.
Traducción en los mercados
¿Qué impacto puede tener todo esto en las bolsas europeas? Desde Andbank prevén un crecimiento de las ventas del 5,6% en las empresas del índice Stoxx 600 Europe. Como nota negativa, nuestras previsiones señalan una ligera contracción de los márgenes hasta situarse en el 8,3% (desde el 8,5% de 2018), debido principalmente a un alza gradual de los costes laborales (+1,3%) y de los de financiación (0,25%), que se verán contrarrestados, tan solo en parte, por el exiguo crecimiento de la productividad (+1%).
Esto se concreta en un BPA de 26,9 EUR, con un crecimiento implícito de los beneficios de alrededor del 3,5%. El banco se inclina por prolongar hasta diciembre de 2019 los niveles actuales de PER sobre beneficios pasados (no tenemos datos suficientes para presuponer crecimiento alguno de estos múltiplos de valoración), lo que conduce «a un nivel de cotización razonable por fundamentales para este índice de 370 puntos».
2018-12-19 10:02:15