El uranio y la paulatina aceptación de la energía nuclear y su reciente calificación como energía “limpia” está provocando que muchos inversores quieran obtener exposición a este sector. En la cumbre del clima de la ONU celebrada el año pasado, 20 países se mostraron a favor de reforzar la energía nuclear para recortar las emisiones de CO2 y se comprometieron a triplicar la capacidad mundial para 2050.
¿Por qué el uranio?
La lista de países construyendo o con planes avanzados para levantar nuevas centrales nucleares es larga e incluye regiones clave como China, India, Reino Unido, Francia, Rusia o Estados Unidos, incluso también es el caso de Japón, que ha cambiado su postura sobre la energía nuclear, denostada desde el accidente de Fukushima en 2011.
La guerra en Ucrania demostró la gran dependencia internacional de Rusia, uno de los principales proveedores de gas y petróleo del mundo, que ha provocado que los países más desarrollados no quieran depender de factores externos y de otras regiones, mientras el problema de las energías renovables sigue siendo que no siempre hace sol o viento, por lo que su producción es intermitente y difícil de predecir, además del coste.
La llegada de los reactores modulares avanzados más pequeños convertirá la energía nuclear en una tecnología accesible y de bajo coste en comparación con las instalaciones que existen en la actualidad. Todo esto ha puesto el foco también en el uranio, la materia prima que alimenta los reactores, que ha experimentado una subida histórica en su precio.
Sin embargo, en las últimas semanas la evolución del uranio y las compañías ligadas al sector había descendido, ante la caída en los niveles de la oferta.
Compañías como Cameco en Canadá y Kazatomprom de Kazajstán, que en conjunto representan la mitad de la oferta mundial, advirtieron sobre algunos problemas en la oferta en los próximos años, y las dudas que pudieran surgir ante el gran incremento de la demanda.
Pero en los últimos días el Senado de EEUU ha aprobado una legislación que prohíbe la importación de uranio desde Rusia, y ha impulsado el precio del mismo de manera considerable.
Rusia proporcionó casi una cuarta parte del uranio enriquecido utilizado para alimentar la flota estadounidense de más de 90 reactores comerciales, lo que la convierte en el proveedor extranjero número uno. Reemplazar ese suministro podría ser un desafío y corre el riesgo de aumentar los costos del uranio enriquecido en aproximadamente un 20%.
Una prohibición de las importaciones tardará algún tiempo en afectar a los operadores de centrales nucleares estadounidenses.
¿Cómo invertir en uranio?
Podemos invertir en empresas de uranio. Empresas como Kazatomprom o Cameco son bastante conocidas. Sin embargo, si queremos diversificar nuestra inversión en diferentes compañías la mejor opción es hacerlo a través de un ETF.
En este caso el ETF URNU.DE proporciona a los inversores acceso a una amplia gama de empresas involucradas en la extracción de uranio y la producción de componentes nucleares, incluidas las de extracción, refinación, exploración o fabricación de equipos para las industrias del uranio y nuclear.
2024-05-08 08:52:17